lunes, 25 de febrero de 2008

Cátedra de los pueblos Indígenas del Pueblo Americano “ TUPAC AMARU, ANUQUEUPU (La Janequeo), MOISES HUENTELAF”

Ésta cátedra surge como un necesario desarrollo actual de las luchas que libran los pueblos indígenas desde Alaska a Tierra del Fuego. Luchas que se encauzan al respeto de su dignidad, de sus derechos colectivos y de su plena soberanía.

La población actual de los pueblos indígenas, constituye alrededor del 10% de la población total de nuestro continente (alrededor de 40.000.000 de personas). Se destacan tanto Guatemala como Bolivia que tienen una población indígena que supera el 50% del total de su población.

La Cátedra se propone contribuir a construir un sistema educativo en nuestra Madre Tierra que supere el racismo, la intolerancia, el chauvinismo nacionalista militarista, el machismo, el autoritarismo antidemocrático, la exclusión, la actitud de destrucción del medio ambiente; todos éstos valores que se manifiestan y que se expresan transversalmente en la sociedad.

Desde esta perspectiva no se trata de hacer una cátedra Intercultural Bilingüe, si no que generar un nuevo espacio social, que desde su particularidad contribuya a generar un nuevo pacto social que sea respetuoso de la diversidad, inclusivo y democrático participativo. Al mismo tiempo buscar las diversas estrategias que permitan a los pueblos indígenas plantearse como objetivo la integración de nuestros pueblos.

Por otra parte esta cátedra se propone trabajar en profundidad el rol que ha tenido ancestralmente la mujer indígena en las luchas de resistencia en contra el colonialismo europeo y hasta el día de hoy en contra del sistema mundo capitalista en su fase neoliberal.

Dicha Cátedra tiene el apoyo institucional de la Universidad ARCIS y de la Sede de Santiago de la Universidad de Los Lagos.

Los objetivos de la cátedra se orientan a:

  • Desarrollar un proceso de conocimiento recíproco de la realidad de los diversos pueblos indígenas que habitan nuestra Madre-Tierra; en particular y en un primer momento los pueblos: Aymará, Quechua, Mapuche, Huilliche, Lafkenche, Pehuenche, Pikunche, Atacameño.

    Este conocimiento se planificará mediante escuelas itinerantes que tomarán los siguientes ejes de trabajo:

  • Cosmovisión de los Pueblos: Aymará, Quechua, Mapuche, Rapa Nui.
  • Historia de los pueblos indígenas.(30 Horas cronológicas)
  • Manejo básico de las lenguas: Aymará, Quechua y Mapudungun.
  • Experiencia en terreno ( tres semanas con un promedio de 30 horas
    semanales)
  • Situación actual de los pueblos indígenas
  • Semana de sistematización de la experiencia.
  • Total del Curso, con una duración de 2 meses: 240 Horas cronológicas de trabajo.

  • Este proceso pasará por hacer experiencias prácticas y de conocimiento, que se insertarán en centros y comunidades indígenas.
  • La evaluación final de la experiencia estará respaldada por la elaboración de un trabajo de investigación, que permitirá hacer una sistematización de dicha experiencia y a la vez aportarán nuevos conocimientos.
  • Se podrán ofrecer Cátedras abiertas a todo público durante el año lectivo de las universidades.
  • Las escuelas itinerantes se desarrollarán durante los meses de enero y febrero. Siendo enero de clases lectivas en aulas; tres semanas en febrero en terreno y la última semana de cierre del Diplomado que podrá certificarse, una vez que se ha entregado y se haya defendido el trabajo de investigación.

    Para la elaboración del trabajo habrá un año de plazo para su entrega.


    Como difusión del trabajo que desarrolla la Cátedra, ésta se compromete a hacer una publicación anual con los diversos aportes y reflexiones hechas por los equipos de trabajo y los estudiantes investigadores.

    La Cátedra se compromete a construir un Centro de Documentación y una Medioteca especializada en los temas indígenas.

    La Cátedra buscará construir una página WEB., para intensificar y profundizar los intercambios y la construcción de una RED de universidades que trabajan este tema.

Cátedra de Integración de los Pueblos del Cosmos Americano




Ésta cátedra surge como un necesario desarrollo actual de las luchas que libran nuestros pueblos desde Alaska a Tierra del Fuego. Luchas que se encauzan, desde los tiempos del colonialismo europeo hasta nuestros días, en el contexto del sistema-mundo capitalista.



La Cátedra se propone contribuir a construir un sistema educativo en nuestro Continente que supere el chauvinismo nacionalista militarista, el racismo, la intolerancia, el machismo, el autoritarismo antidemocrático, la exclusión, la actitud de destrucción del medio ambiente; todos éstos valores que se manifiestan y que se expresan transversalmente en las diversas sociedades que constituyen nuestro continente americano y que tanto dañan los procesos de unidad e integración de nuestros pueblos.


Desde esta perspectiva no se trata de crear una cátedra que se ocupe del pasado histórico de las luchas de los pueblos del continente por su verdadera independencia, si no que generar un nuevo espacio social, que desde su particularidad contribuya a generar un nuevo pacto social que sea respetuoso de la diversidad, democrático participativo y con una profunda fuerza de integración y unidad, en la perspectiva emancipatoria y de responsabilidad eco-humana.


La Cátedra se propone, además, de colaborar en la construcción de una identidad propia, que nos permita romper con la hegemonía cultural que imponen las superpotencias del sistema mundo capitalista. Esto pasa por reafirmar nuestra identidad y ciudadanía Cosmo - Americana; base y fundamento de un verdadero proceso de unidad e integración de nuestros pueblos.
Dicha Cátedra tiene el apoyo institucional de la Universidad ARCIS y de la Sede de Santiago de la Universidad de Los Lagos.


Los objetivos de la cátedra se orientan a:

  • Desarrollar un proceso de conocimiento recíproco de la realidad de los diversos pueblos que habitan en el Cono Sur; en particular y en un primer momento los pueblos que se ubican en Suramérica (Argentina, Chile, Bolivia, Perú)
    Este proceso pasará por hacer experiencias prácticas y de conocimiento, que se insertarán en centros comunitarios en donde se construye la integración desde lo cotidiano.
    La evaluación final de la experiencia estará respaldada por la elaboración de un trabajo de investigación, que permitirá hacer una sistematización de dicha experiencia y a la vez aportarán nuevos conocimientos.
    Se podrán ofrecer Cátedras abiertas a todo público durante el año lectivo de las universidades.
  • También se trabajará con la modalidad de escuelas itinerantes, que se organizarán de acuerdo a las necesidades planteadas en la cátedra y se podrán desarrollar durante los meses de enero y febrero. Siendo enero de clases lectivas en aulas; tres semanas en febrero en terreno y la última semana de cierre del Diplomado que podrá certificarse, una vez que se ha entregado y se haya defendido el trabajo de investigación.

    Como difusión del trabajo que desarrolla la Cátedra, ésta se compromete a hacer una publicación anual con los diversos aportes y reflexiones hechas por los equipos de trabajo y los estudiantes investigadores.
  • La Cátedra se compromete a construir un Centro de Documentación y una Medioteca especializada en los temas de la historia e integración de nuestros pueblos.
  • La Cátedra buscará construir una página WEB., para intensificar y profundizar los intercambios y la construcción de una RED de universidades que trabajan la integración como tema relevante.
    La Cátedra durará 64 horas, de las cuales 24hrs. Serán presénciales y las otras 40hrs. a distancia.
  • La cátedra podrá ofrecer una Licenciatura o Magíster en Estudios de Integración de los Pueblos del Cosmos Americano.

Los ejes de trabajo podrían ser los siguientes:


Identidad de nuestros Pueblos:
Origen de los pueblos Americanos,
Integración del continente americano al Sistema-Mundo capitalista (Cabe
destacar que la integración de Norteamérica al sistema no se hace desde fuera
del sistema mundo). El mestizaje como el eje de construcción identitaria
(Raza Cósmica, / Pueblos del Cosmos Americano).


Historia de las luchas de nuestros pueblos: resistencia Indígena, lucha de los afro americanos (supresión de la esclavitud, derechos cívicos y sociales), la independencia política de los criollos y el proyecto radical Bolivariano, las luchas populares del siglo XX y XXI.


Proyectos de integración de los pueblos Americanos:
El proyecto Bolivariano, el proyecto del APRA, el proyecto del Che Guevara, de la Junta de Coordinación Revolucionaria, Mercosur y el proyecto de la Revolución Bolivariana ALBA.


Otros proyectos de integración:
Los Estados Unidos de América y sus
diversos proyectos, España (su hispanismo, Ibero americanismo), Francia y
su integración Latinoamericana, La Comunidad Económica Europea y la
integración regional con los países del continente, el proyecto de la OLCA,
la ALALC, ALADI, CARICOM, CAN.

Actuales tensiones que el Cono Sur debe superar.

Modelos de Gobernanza y Rol de los Movimientos Sociales en el proceso de integración.


SEMINARIOS

Los Migrantes en el Cono Sur
Los principales conflictos ambientales
La economía y los desafíos del Cono Sur.

martes, 19 de febrero de 2008

AGENDA DEL PROCESO DE RED DE RESPONSABILIDADES HUMANAS Y ASAMBLEA REGIONAL DE CIUDADANOS/AS DEL CONO SUR

CRONOGRAMA
Equipo de Coordinación Asamblea Regional de Ciudadanos Cono Sur

Presentamos a continuación la AGENDA de actividades programadas del proceso que hace converger a la Red de Responsabilidades Humanas del Cono Sur con la Asamblea Regional de Ciudadanos/as del Cono Sur. Proceso iniciado hace un año y que tiene como hitos los Encuentros Regionales de Valparaíso y Antofagasta (Chile, 2007) y Córdoba (Argentina, 2008)

Se trata de un cronograma programado de actividades, imprescindible para direccionar y cualificar el proceso hacia sus objetivos fundamentales.

Muy esencialmente, generar una dinámica regional de gestación de una ciudadanía conosureña realmente existente, es decir, responsable, con capacidades reflexivas, participativas, y habilidades incluyentes y articuladoras de la diferencia, como modelo alternativo de regulación del orden social y político (Gobernanza) actual, en crisis en la región. Teniendo como horizonte una primera Asamblea Regional de Ciudadanos el año 2010.

En el “Encuentro Regional sobre Mujeres” de abril próximo en Lima, continuará el proceso de precisión de una Agenda definitiva para este año, que pueda hacer afinaciones al Cronograma que aquí presentamos. Siempre tomando en cuenta la condicionante de los recursos humanos y materiales con que contamos.

Comunicaciones

La AGENDA es fruto del acumulado útil de reflexiones, debates y deliberaciones colectivas realizadas a lo largo de este año del proceso y, para esta nueva etapa, se nutren en lo fundamental de las lecciones y acuerdos recogidos en Córdoba hace unas semanas. Para mayor detalle puede consultarse en este blog el Informe del Encuentro de Córdoba y otros materiales (especialmente, las fichas “Entrevista al compañero Gustavo Marín”, “Sobre Gobernanza” y “Sobre Ciudadanía”, entre otros).
En este mismo ámbito de Comunicaciones, estamos trabajando para generar próximamente (fines de marzo) una página web que centralice las iniciativas e instrumentos ya existentes (blog, werkenes, banco de datos, etc.).

Difusión

Paralelamente, para la difusión, se ha establecido acuerdo con Le Monde Diplomatique de Chile para la publicación de materiales e información sobre el proceso de Asamblea.

Y se desarrollan acuerdos similares con otros medios de prensa y virtuales (El Utopista, Punto Final, Piensa Chile).

Por supuesto, contamos y solicitamos el apoyo y la iniciativa de todos/as y cada uno para aportar a la difusión por todos los medios. Para ello, adjuntamos a este Cronograma de Agenda el artículo sobre la Asamblea para Le Monde Diplomatique de Chile, para su difusión, citando la fuente. Gracias.

Publicaciones

En el ámbito de la producción de insumos para la reflexión y formación, preparamos la publicación de dos materiales claves con el acumulado útil del proceso: un Cuaderno con materiales sobre “QUÉ ES LA ASAMBLEA” y otro Cuaderno sobre “METODOLOGÍA”.

Los dos tipos de Encuentros

A los Encuentros Regionales Temáticos (Jóvenes en Valparaíso, Preparatorio de Antofagasta, sobre Educación en Córdoba, y el próximo sobre Mujeres en Lima), agregamos para este año 2008 un nuevo tipo de Encuentros que hemos llamado “Zonales”.

Éstos se distinguen de los anteriores, en que, mientras los Encuentros Regionales se realizan reuniendo compañeros/as de todos los países del Cono Sur, los nuevos Encuentros Zonales se realizarán en distintas zonas dentro de un país (normalmente, norte, centro y sur) y participarán (salvo el equipo coordinador que incluirá compañeros de afuera) compañeros/as de estas zonas.

Sus objetivos son:

1) Descentralizar el proceso de Asamblea Regional, ligándolo más orgánicamente a las realidades zonales / Locales, estableciendo equipos de la Red y el Proceso en estas zonas. Ello implica también establecer coordinaciones generales incluyentes de las tres zonas, por país.

2) Realizar los Encuentros como “Escuelas Itinerantes” que sirvan a la formación de cuadros de la Red y el Proceso, que vivifiquen y fortalezcan sus dinámicas y garanticen su desarrollo y avance hacia los objetivos. Aunque el programa definitivo de estos Encuentros Zonales será precisado por los equipos zonales correspondientes y la Coordinación General, incluirán como mínimo: a) Diagnóstico Zonal en relación con la necesidad de la Asamblea como construcción de una Gobernanza alternativa; b) Trayectoria, carácter y objetivos de la Asamblea; c) Metodología; d) Propuestas, estrategias y Agenda. Constaran de un máximo de 25 personas, cuyo requisito es el conocimiento de los fines del Encuentro y la voluntad de integrarse y aportar a la Red y el Proceso. Podrán agregarse, más allá de ese programa mínimo interno, otras actividades abiertas, relacionadas con los trabajos y realidades locales, etc.

Las Cátedras

Finalmente, agregaremos un nuevo tipo de Encuentro Regional: “Las Cátedras”, es decir, espacios de encuentro de compañeros/as de todos los países conosureños, cuyo eje temático será el abordaje académico sistemático y reflexivo de un tema.

Para este año, serán dos (2):

a) Pueblos Indígenas. Que implicará la Alianza entre sectores universitarios e indígenas.

b) Integración Regional Sudamericana. Que implicará la alianza entre académicos y líderes sociales regionales.

Sumariamente

Para este año 2008, realizaremos:

Cinco (5) Encuentros Regionales Temáticos: 1) Mujeres; 2) Religiosos; 3) Militares (sobre este tenemos más dudas en la posibilidad de su realización); 4) Cátedra de Pueblos Indígenas; 5) Cátedra de Integración Regional Sudamericana.

Encuentros Zonales:

Tres (3) en Perú: Chimbote, El Cusco y Lima.

Dos (2) en Bolivia: Cochabamba y La Paz.

Tres (3) en Chile: Antofagasta, Santiago y Concepción.

Dos (2) en Argentina: Buenos Aires y Córdoba.

Un (1) en Uruguay: Montevideo.


Actividad: Encuentro sobre Mujeres
Tipo: Regional
Descripción: Asamblea de Mujeres para la reflexión y la propuesta temática regional.
Número de participantes estimados: Cincuenta (50)
Objetivos: Fortalecer las redes y dinámicas de la Asamblea en el ámbito de las Mujeres.
Generar Reflexión y propuestas en la temática regional.
Avanzar hacia el borrador de una Carta Ciudadana de las Mujeres del Cono Sur.
Fecha: Abril de 2008
Lugar: Lima, Perú




Actividad:
Reunión Cátedra Pueblos Indígenas
Tipo: Regional
Descripción: Académicos, líderes y pensadores indígenas del Cono Sur definen Programa y Agenda de la primera Cátedra indígena de la región.
Número de participantes estimados: Veinte (20)
Objetivos: Dar inicio a una iniciativa estratégica: formar equipos a 10 años para la reflexión alternativa y la propuesta viable sobre la temática en la Región.
Fecha: 25 al 27 de Abril de 2008
Lugar: Santiago de Chile




Actividad:
Cátedra de Integración regional Sudamericana
Tipo: Regional
Descripción: Académicos, líderes y pensadores sociales del Cono Sur definen Programa y Agenda de la Cátedra.
Número de participantes estimados: Veinte (20)
Objetivos: Dar inicio a una iniciativa estratégica: formar equipos a 5 años para la reflexión alternativa y la propuesta viable sobre la integración regional sudamericana.
Fecha: 23 al 25 de Mayo de 2008.
Lugar: Santiago de Chile




Actividad:
Encuentros Argentina
Tipo: Zonales
Descripción: Se realizan Escuelas – Encuentros de Formación de cuadros de la Asamblea en Buenos Aires y Córdoba.
Número de participantes estimados: Veinticinco (25) en cada Encuentro.
Objetivos: Generar equipos de animación de la Asamblea en los zonales.
Realizar formación de cuadros de la Asamblea con compañeros/as preseleccionados por su conocimiento y voluntad de integrar y enriquecer la Asamblea.
Fecha: Junio de 2008.
Lugar: Buenos Aires y Córdoba, Argentina.




Actividad:
Encuentros Bolivia
Tipo: Zonales
Descripción: Se realizan Escuelas – Encuentros de Formación de cuadros de la Asamblea en Cochabamba y La Paz.
Número de participantes estimados: Veinticinco (25) en cada Encuentro.
Objetivos: Generar equipos de animación de la Asamblea en los zonales.
Realizar formación de cuadros de la Asamblea con compañeros/as preseleccionados por su conocimiento y voluntad de integrar y enriquecer la Asamblea.
Fecha: Julio de 2008.
Lugar: Cochabamba y La Paz, Bolivia.



Actividad:
Encuentro de Militares
Tipo: Regional
Descripción: Encuentro de militares para la reflexión y la propuesta de una integración regional con paz y justicia.
Número de participantes estimados: Veinticinco (25)
Objetivos: Fortalecer las redes y dinámicas de la Asamblea en el ámbito estratégico de las Militares.
Generar Reflexión y propuestas en los militares para una integración regional con paz y justicia.
Avanzar hacia el borrador de una Carta de las Militares del Cono Sur por una Integración Regional con Paz y Justicia.
Fecha: Julio de 2008.
Lugar: Buenos Aires, Argentina.
(* en espera de confirmación).




Actividad:
Encuentros Perú
Tipo: Zonales
Descripción: Se realizan Escuelas – Encuentros de Formación de cuadros de la Asamblea en Lugar: Chimbote, El Cusco y Lima.
Número de participantes estimados: Veinticinco (25) en cada Encuentro.
Objetivos: Generar equipos de animación de la Asamblea en los zonales.
Realizar formación de cuadros de la Asamblea con compañeros/as preseleccionados por su conocimiento y voluntad de integrar y enriquecer la Asamblea.
Fecha: Agosto de 2008.
Lugar: Chimbote, El Cusco y Lima, Perú.





Actividad:
Encuentro de Religiosos/as
Tipo: Regional
Descripción: Encuentro de religiosos/as para la reflexión y la propuesta de una integración regional con paz y justicia.
Número de participantes estimados: Veinticinco (25)
Objetivos: Fortalecer las redes y dinámicas de la Asamblea en el ámbito estratégico de los religiosos/as.
Generar Reflexión y propuestas en los religiosos/as para una integración regional con paz y justicia.
Avanzar hacia el borrador de una Carta de los religiosos/as del Cono Sur por una Integración Regional con Paz y Justicia.
Fecha: Octubre de 2008.
Lugar: Lima, Perú o Santiago de Chile.

(* por definir).

Ficha de Inscripción encuentro Mujeres

FICHA DE INSCRIPCIÓN

I ENCUENTRO
“Mujeres en Movimiento: Una experiencia de Mujeres en Latinoamérica”
Rumbo a la Asamblea Regional de Ciudadanos de 2010
Lima- Perú 2008
10, 11 y 12 de Abril


I. DATOS PERSONALES

Apellidos y Nombres:

País :

Documento de Identidad :

Organización:

Posición/ cargo:

Edad :

Correo electrónico:

Teléfono:

Requiere de hospedaje:
Si ______ No _____

II. PARTICIPACIÓN

Mesa temática de interés

Participación Cultural (Acto)

Participación con productos en feria de intercambio (Producto)

III. INFORMACIÓN IMPORTANTE
Habiendo confirmado su participación hasta el 22 de marzo la organización coordinará con Ud. lo siguiente:
o Hospedaje: será en un local de la comunidad - Casa alternativa Joven, la que cuenta con camarotes y espacio para colocar sleeping (Sacos o Bolsas de dormir). (Reservar en ficha de inscripción)
o La Alimentación (Que será elaborado por una organización de mujeres en Villa el Salvador)
CONFIRMAR INSCRIPCION AL CORREO
rederesponsabilidadesperu@gmail.com

Ficha Metodología encuentro Mujeres

MUJERES EN MOVIMIENTO:
UNA EXPERIENCIA DE MUJERES EN LATIONAMÉRICA.

FICHA.
Hacia la Asamblea Ciudadana regional de 2010.·
____________________________________________

Como parte del desarrollo de una metodología que nos permita un mejor acumulado útil de las reflexiones colectivas de este proceso de ASAMBLEA REGIONAL CIUDADANA DEL CONO SUR, se entrega este documento preparatorio a los debates por realizarse en el próximo encuentro sobre Mujeres de Lima, Perú. Se trata de un insumo de partida a ser permanentemente revisado y corregido por el desarrollo mismo de los encuentros y reflexiones. Busca aportar en forma sencilla y útil información esencial acerca de la problemática de la mujer, especialmente en Nuestra América.

Situación de la mujer en el mundo

Resulta útil contextualizar en forma general la situación de la mujer en el mundo actual. Razones de orden histórico y de profunda raigambre cultural han condenado durante siglos a la mujer a estructuras culturales, económicas y jurídicas que la relegan a un lugar social, de suyo, subordinado, excluido o en desventaja, respecto del hombre. Barreras jurídicas y culturales impiden todavía, a pesar de avances recientes, su plena igualdad en situación de derechos.

Sus niveles de participación y control sobre recursos económicos y de poder, hablan claramente de que las mujeres experimentan la pobreza de una manera diferente, más agregada. Del 1.3 billones de personas que viven en la extrema pobreza (con menos de un dólar al día) en el mundo, 70% son mujeres. De los analfabetos, son el 75%. De los que no tienen acceso a la educación primaria, el 70%.

A pesar de ser productoras de la mitad de los alimentos del mundo, apenas ganan el 10% del ingreso y son propietarias, es decir, tienen acceso, uso y control, de menos del 1% de la propiedad global: tierra, capital, información, nuevas tecnologías, recursos naturales, vivienda (UNIFEM. Informe Bienal. 2.000).

En América Latina y el Caribe donde, según el Informe del Comité de Desarrollo del Banco Mundial del año 2.002, la cantidad de personas en pobreza (menos de 1 dólar diario) aumentó de 48 millones en el año 1.990 a 57 millones en el año 2.000 (a pesar de disminuir la proporción porcentual de 16 a 11 %), la mujer todavía sufre con más severidad la pobreza, gana en promedio un 25 % menos que el hombre por un mismo trabajo, el desempleo abierto es mayor para ellas, 6.1 % frente a 2.9 % de los hombres, y reciben sólo un tercio de la pensión que logran los hombres (CEPAL. 2.002-2.003).

Otro ejemplo, relevante y creciente, de estos procesos es el de las mujeres y la migración. En los últimos 40 años la proporción de migrantes mujeres en el mundo ha venido en aumento relativo constante y pasó de ser minoritaria a igual o mayor a la de hombres en grandes zonas del planeta, particularmente en el ámbito de América Latina que de las regiones en desarrollo es la de mayor proporción, cerca del 50.5% de los 20 millones de migrantes regionales, cerca del 10% de su población. Cambio numérico que implica una profunda transformación social y cultural. Como es el caso de las mujeres de zonas rurales de la región para quienes la migración está significando una apertura de horizontes, más allá de sus roles tradicionales. Una evidencia de la relevancia de este proceso la constituye el actual fenómeno de la “masculinización” del campo en América Latina, contrapartida de la emigración femenina, que alcanza a un 12% más de varones entre los 15 y 29 años (CEPAL. 2.002).

Los efectos, disgregadores o enriquecedores, de ello en las propias mujeres, en las familias, especialmente el matrimonio y los/as hijos, en las comunidades y en la sociedad en su conjunto, están en marcha y demandan conocimiento y abordaje. Particularmente, en América Latina, donde por ejemplo, su tradicional rol de sustento material y simbólico de los/as hijos, se ve tensionado por el desarraigo, ruptura y transformación que impone a la familia el proceso de pauperización neoliberal de las últimas tres décadas.

No menor es la todavía vigente subvaloración cultural de la mujer, sobre todo en las zonas signadas por el sub desarrollo, entre ellas, América Latina. Se trata de la desigualdad al interior de los hogares, en innumerables actitudes y conductas que se atribuyen e imponen desde la niñez como las adecuadas y aceptables para las mujeres, limitando sus capacidades y desarrollo. Consecuencia evidente de estos procesos es el hecho de que, a pesar de que las mujeres constituyen alrededor del 50% del electorado en América Latina, la presencia de ellas en cargos de autoridad pública en los ejecutivos, legislativos y municipios de la Región, no llega al 20%, cuestión que tiene a su base el histórico déficit ciudadano de la mujer que, en general alcanzó, por ejemplo, el ejercicio del voto electoral y el acceso a la educación superior alrededor de dos siglos más tarde que los hombres (Huatay & Calquisto. 2.003).

La consideración prejuiciosa de la mujer como mero objeto sexual, asociada a la alta exigencia de belleza física para ser valorada, la convierte también en víctima del acoso y las agresiones sexuales, por parte de empleadores, jefes, agentes de policía y toda clase de personas con atribuciones de poder, casi siempre hombres. Al mismo tiempo, sobre la base de estas concepciones prejuiciosas, disposiciones legales la relegan a un lugar desmedrado frente al hombre, en cuanto a las capacidades de decisión de patrimonio y de los/as hijos y frente a las sanciones sociales, donde, por ejemplo, todavía en varios países de la región se castiga la prostitución femenina, pero no la masculina.

También su consideración como mera dueña de casa, asociada a su supuesta “incapacidad” o “falta de deber hogareño” para realizar otras labores, son formas culturales de subordinación de la mujer, lamentablemente compartidas en todo el continente. Se trata de la división sexual del trabajo que, a pesar de avances recientes, todavía determina en casi todos los países de la región la asignación casi exclusiva de la mujer a las tareas domésticas de carácter reproductivo y de cuidado familiar. Ello trae objetiva sobrecarga de trabajo, el cual carece de visibilización y valoración social y económica, le significa carencia de tiempo disponible para calificarse en otras áreas y para la necesaria recreación, con subsecuentes efectos de deterioro físico y psicológico, pérdida de oportunidades para ingresar en áreas diversificadas y mejor remuneradas del mercado laboral, así como de participar en la actividad social y política.

El hecho de que el porcentaje de mujeres mayores de 15 años sin ingresos propios supere ampliamente al de los hombres en la región, alcanzando en zonas urbanas al 43 % (sobre un 22 % de hombres), habla de una “pobreza invisible”, que no miden las encuestas de ingresos, caracterizada por su dependencia vital del cónyuge, lo que afecta su autonomía, capacidad de decisión y control de su propia vida y el entorno y poniéndolas en gran vulnerabilidad en el caso de viudez, o rupturas de pareja. A ellas se agregan las muchas mujeres que, además de las labores domésticas, trabajan en empresas familiares sin recibir remuneración (Huatay & Calquisto. 2.003).

Todo ello ha llevado a que en 10 años, desde su adopción en el año 1.989 (en vigencia desde el año 1.981) hasta el año 1.999, la “Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer” de Naciones Unidas, haya sido objeto de 24 “Recomendaciones” de su Comité a los Estados partes, entre ellas, sobre: su consideración en las estadísticas (Nº 9 de 1.989), violencia contra la mujer (Nº 12 de 1.989 y Nº 19 de 1.992), igual remuneración por igual trabajo (Nº 13 de 1.989), mujeres que trabajan sin remuneración en empresas familiares (Nº 16 de 1.991), medición y valoración del trabajo doméstico no remunerado de la mujer (Nº 17 de 1.991), igualdad en el matrimonio y relaciones familiares (Nº 21 de 1.994), participación en la vida política y pública (Nº 23 de 1.997).

Se produce así un circulo vicioso, en que condicionantes culturales de hecho, y, lo que es más grave aún, discriminaciones explícitas en los cuerpos legales, le asignan desventajas y obstáculos para participar autónoma y activamente en la toma de decisiones en el hogar, la comunidad local y la sociedad en su conjunto, impidiéndoles o limitando su participación en la asignación de recursos y la definición de políticas y programas. Ello agrava su desprotección, inseguridad y vulnerabilidad, lo que a su vez impide el desarrollo de sus destrezas, habilidades y calificaciones, limitando sus oportunidades de ejercer derechos ciudadanos, imprescindibles, precisamente, para cambiar esta situación.

El acoso y abuso sexual, la violencia intrafamiliar, la explotación laboral y sexual, son los corolarios extremos de esta vulnerabilidad social objetiva de la mujer, que en el caso de muchas migrantes, se ve agravada por la discriminación xenófoba, racista, clasista y la indocumentación.

El enfoque de Género

Con antecedentes rastreables desde la antigüedad, uno de los primeros y emblemáticos casos modernos de la lucha por la dignidad de la mujer es el de Olimpia de Gouges, valiente y trágica precursora feminista francesa. Muchacha campesina y analfabeta transformada en intelectual y artista consumada. Se sumó fervorosamente a la revolución francesa, en las facciones radicales feministas, finalmente reprimidas por el patriarcalismo hegemónico en el seno de la revolución.

Olimpia publicó en 1791 la “Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana”. Un documento que parafraseando a la famosa y fundante “Declaración de los derechos del hombre y el ciudadano”, hacía extensible su contenido a las mujeres, olvidadas a la hora de definir a sus destinatarios. En ella se declaraba: “Las madres, las hijas y las hermanas, representantes de la nación, piden ser constituidas en Asamblea Nacional. Considerando que la ignorancia, el olvido o el desprecio de los derechos de la mujer son las únicas causas de las desgracias públicas y de la corrupción de los gobiernos, han resuelto exponer en una solemne declaración los derechos naturales, inalienables y sagrados de la mujer...".

Olimpia fue encarcelada y ejecutada en 1793 por el gobierno jacobino, el ala más “radical” de la revolución. Sus precursoras ideas serían olvidadas al imponerse el Código Civil napoleónico (1804), férreamente patriarcal y discriminador de la mujer, y que sería modelo del implantado en las repúblicas latinoamericanas.

Durante las primeras décadas del siglo XX, a partir de experiencias como las de las “sufragistas” euro norteamericanas, que lucharon por el derecho a voto femenino, o las de Margareth Sanger, quien luchó por el derecho a una sexualidad y planificación familiar de la mujer, se desarrollaron las luchas y los primeros estudios feministas, en los cuales se cuestionan las diferencias excluyentes, dominadoras y subordinadoras de la mujer respecto del hombre; sin embargo, se limitaban a la familia como el espacio privilegiado en que se desarrollan estas inequidades y conceptuaban a “la mujer” como un ser universal, blanco y de clase media, ignorando las diferencias de clase y etnia (Oliveira Assis. 2.000. En: Martínez. 2.003).

Innumerables estudios posteriores enriquecieron las perspectivas, desarrollando los estudios de género, definido como un sistema objetivo, construido socio históricamente, y recreado cotidianamente, que, a partir de las diferencias sexuales biológicas, dispone la desigualdad entre hombres y mujeres, subordinando o excluyendo a estas últimas. El cual actúa, en interacción con otras dimensiones tales como la clase, la etnia, la nacionalidad, etc., como eje estructurador, cultural, social e institucional, de numerosos ámbitos y fenómenos, entre ellos, el sistema político, económico y cultural, incluidos los propios estudios y conocimientos producidos (Segura. 1.986, Ariza. 1.997 y Pessar & Mahler. 2.001).

La necesidad de una reflexión específica

Todas estas diferencias objetivas que afectan a la mujer deben ser tomadas en cuenta e incorporadas en análisis, política e intervenciones, a fin de que, como muestra incontestablemente la experiencia, no corran el riesgo de ser ineficaces y aún ahonden las deficiencias sociales y de desarrollo.

Cuestión imprescindible de abordar para alcanzar democracias políticas y desarrollos socioeconómicos que sean auténticos y legítimos, como lo muestran los vínculos ya bien documentados entre promoción de la mujer y el éxito de planes y programas de desarrollo. Un mundo responsable, plural y solidario no es siquiera imaginable sin la incorporación protagónica de las mujeres, su dignidad, sensibilidad, fuerza y creatividad.

Razones éticas, de equidad y respeto a sus Derechos Humanos, pero también técnicas, de eficiencia señalan a los impactos en la mujer como cruciales en los avances de la lucha contra la pobreza, la desigualdad y la discriminación de toda la sociedad. Heroicamente, contra toda dificultad aún por superar, las mujeres de la región han mostrado su capacidad de desarrollo propio y de aportar con ello a la de la sociedad en su conjunto. Datos disponibles para 16 países de la región en el año 2.002, señalan que la pobreza aumentaría en más de 10 % en la mitad de esos países, sin el aporte femenino. Su aporte al presupuesto total de los hogares en la región se encuentra alrededor del 32%, ascendiendo en algunos países como Uruguay y El Salvador a cerca del 40%. En toda la región, durante los últimos 10 años, la mujer se incorporó mayormente (8.7 frente 6.4 % de los hombres) a la población calificada técnica y profesionalmente; lo mismo ocurrió con la actividad económica (CEPAL. 2.003).

Este decisivo aporte permanece, sin embargo, en gran parte invisibilizado y subvalorado, al tiempo que esa no consideración impide avances sustentables en la lucha contra la pobreza y por el desarrollo. Así lo constató explícitamente la meta Nº 4 del Milenio de Naciones Unidas, la cual además de fijar estándares educativos que eliminen las desigualdades de género para el año 2.015, reconoció que la equidad entre hombres y mujeres y la potenciación del papel de la mujer son un medio indispensable para el logro de los otros objetivos, entre otros, la reducción de la pobreza, el acceso universal a la educación, la lucha contra el VIH SIDA, la disminución de la mortalidad infantil y la mortalidad materna.

La incorporación de la dimensión específica de género en la reflexión (conceptual y metodológica) de los fenómenos sociales, tales como los de pobreza, desarrollo, ciudadanía y migración, deviene así en condición necesaria de eficacia y justicia. A fin de que se traduzcan en legislaciones y acciones afirmativas, tales como mecanismos de cuotas, de subsidio y otros, que fortalezcan y potencien las capacidades personales, los ejercicios de derechos y la participación ciudadana de la mujer, eliminando toda forma de discriminación en los ámbitos del hogar, laboral y político.

Mujeres y memoria en Nuestra América
Resulta imprescindible señalar también la rica, aunque silenciada y desconocida memoria propia, nuestra americana, en relación al papel de las mujeres.

Superando largamente la atrasada cultura machista de los “civilizados” europeos, en la insurrección de Tupac Amaru y Tupac Katari de 1871, las mujeres jugaron con plena igualdad un rol crucial en la lucha e imperecedero para nuestra historia.

Es el caso de los muy temidos “batallones de mujeres” que, según los partes de guerra españoles, eran “más feroces que los hombres”, fueron un instrumento estratégico en la lucha. Micaela Bastidas, Bartolina Sisa, Tomaza Titu Condemayta, Úrsula Pereda, Cecilia Escalera Tupac Amaru, Gregoria Apaza, Marcela Castro, Margarita Condori, Manuela Tito Condori, Antonia Castro y centenares de mujeres más, con un promedio de 26 años de edad, y al mando de hasta miles de combatientes, fueron brillantes organizadoras, mandos, combatientes y mártires de la epopeya.

En los llanos de Casanare, actual Venezuela, durante la insurrección tupacamarista, al mando del criollo Javier de Mendoza, José Tapia, sacerdote realista y vicario general, escribía en sus informes al gobierno colonial: “Finalmente esta provincia está en una confusión infernal… Solamente se ve y se sabe de crímenes, prueba de lo cual es la niñería que ha permitido nombrar mujeres como capitanes…” (10 de julio. 1781).

Conocedor de este antecedente, Francisco de Miranda, padre de la moderna independencia anti colonial, elaboró una de sus más precursoras ideas y actividades, pero, sin embargo, de las menos conocidas también. La de defensor y propagador de los “Derechos Cívicos de las mujeres”. Su visión tan clara como argumentada a favor de otorgar estos derechos en una época en que el tema no era considerado por la mayoría de pensadores, muestra su gran cultura y espíritu libertario. Miranda conoció la obra, anticipada en esta materia, de José Condorcet, filosofo ilustrado y revolucionario francés quien, entre innumerables otras ideas, reclamó precursoramente contra la desigualdad de la mujer: “¿no han violado todos ellos el principio de la igualdad de derechos al privar, con tanta irreflexión a la mitad del género humano del de concurrir a la formación de las leyes, es decir, excluyendo a las mujeres del derecho de ciudadanía? ¿Puede existir una prueba más evidente del poder que crea el hábito incluso cerca de los hombres eruditos, que el de ver invocar el principio de la igualdad de derechos... y de olvidarlo con respecto a doce millones de mujeres?” (Acerca de la admisión de las mujeres y los derechos de ciudadanía. 1790).

Miranda conoció de cerca el drama de Olimpia de Gouges, la valiente y trágica precursora feminista francesa. Cuando Olimpia fue encarcelada y ejecutada en 1793 por el gobierno jacobino, el ala más “radical” de la revolución, Miranda, por esos mismos días, es acusado en una serie de intrigas y encarcelado por el mismo gobierno, del cual será siempre un acerbo adversario.

En carta dirigida a Jêrome Petión, a la sazón alcalde de París y primer presidente de la Convención Nacional Francesa, Miranda expone sus ideas coincidentes con las del filosofo Condorcet: "Por mi parte os recomiendo una cosa sabio legislador: las mujeres. ¿Por qué dentro de un gobierno democrático la mitad de los individuos, las mujeres, no están directas o indirectamente representadas, mientras que sí están sujetas a la misma severidad de las leyes que los hombres hacen a su gusto? ¿Por qué al menos no se les consulta acerca de las leyes que conciernen a ellas más particularmente como son las relacionadas con matrimonio, divorcio, educación de las niñas, etc.? Le confieso que todas estas cosas me parecen usurpaciones inauditas y muy dignas de consideración por parte de nuestros sabios legisladores." (26 de octubre. 1792). Que Miranda sostuvo constantemente esta lucha, y que ella cayó en la más absoluta incomprensión y silenciamiento, lo prueban los siguientes pasajes de la misma carta: "Si tuviera a la mano mis papeles, encontraría unos cuantos planteamientos que hice sobre el particular al conversar con algunos legisladores, de América y Europa, los cuales jamás me han dado razón satisfactoria alguna, conformándose con reconocer tal injusticia los más de ellos." (Ibíd.). Lo cual evidencia el grado de radicalidad para la época de su concepción democrática.

Anticipaba así la fragua de mujeres tan cruciales para la lucha de independencia como Manuela Sáenz. Conspiradora contra la dominación española y contra los moldes cínicos con que la sociedad de la época limitaba a las mujeres. Separada de un marido al que no amaba por amor a la revolución y a Bolívar, quien la llamará “Libertadora del Libertador”, pues desbarata dos conspiraciones para asesinarlo. Tempranamente, será conspiradora anti-española en Perú, hecho que llevará más tarde a San Martín a reconocerla con la “Orden de Caballereza del Sol”. Entrega su fortuna personal para el Ejército Libertador que sellará en la batalla de Pichincha (1822) la independencia de Ecuador, su patria de nacimiento. Se enlista con el grado de Teniente de Húsares y combate como lancera a caballo en la batalla de Ayacucho (1824), que expulsó del Perú y de América el dominio español, con tal bravura que el Mariscal Sucre recomienda su ascenso al grado de Coronela.

Acérrima latinoamericanista y radical luchadora por la justicia social, sufrirá el odio de los enemigos del proyecto de Bolívar, chauvinistas y oligárquicos. En 1829, ya derrotado el proyecto bolivariano por las oligarquías y los imperios, escribía a Bolívar ya enfermo y próximo a su muerte: “Simón, Simón, ¿si nuestros indios siguen pidiendo limosna, si nuestros niños siguen en la calle muriéndose de mengua, de qué sirvió la independencia?”. Es perseguida y calumniada también. Se le acusa en Colombia de “extranjera” por haber nacido en Ecuador y combatido en Perú. Ella en carta publicada en un periódico local en 1830, responde: "Lo que sé es que mi País es el continente de la América y he nacido bajo la línea del Ecuador''.

Será desterrada a Paita, pequeño y pobre puerto peruano donde morirá sola y en la miseria, en cuyo camino morirá, también calumniado, abandonado y en la miseria, el gran maestro del libertador Bolívar: Simón Rodríguez, su amigo y compañero de luchas; allí también la visitará Garibaldi, el héroe legendario de la independencia italiana, quien la llamará “la mujer más importante del siglo XIX”; y en alusión a ese mismo lugar el poeta chileno universal, Pablo Neruda, le escribirá su poema “La insepulta de Paita”, incluido en el Canto General. El 24 de mayo de 2007, aniversario de la batalla de Pichincha, en un hecho trascendente de justicia histórica y simbólico de la soberanía y lucha libertaria de su pueblo, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, ascendió póstumamente a la Coronela Sáenz al grado honorífico de “Generala del Ecuador”.

O como Juana Azurduy, joven rebelde, expulsada del convento sedante donde estaba recluida. Estudiosa de las ideas de la ilustración y las historias de la rebelión tupacamarista. Conspiradora anticolonial y más tarde combatiente en el ejército patriota de Bolivia y Argentina. Que perdió a su esposo, el héroe guerrillero de la independencia, Manuel Padilla, y cuatro hijos pequeños en los rigores de la lucha. Que combatió embarazada de siete meses en la batalla del Cerro de Carretas. Que recibió del General Belgrano, por su valor y sacrificio, el grado de tenienta coronela y el obsequio de su espada. Y fue homenajeada personalmente por Bolívar y Sucre. Para morir finalmente, décadas después, al igual que Manuela Sáenz, olvidada y en la miseria.

En esa precursora línea de pensamiento hacia la igualdad de derechos de la mujer, resulta inevitable señalar la figura, fundante para dos mundos, el europeo y el latinoamericano, de Flora Tristán. Nacida en Francia, de la unión de un militar criollo peruano español y una joven francesa, en época del final de la colonia en América Latina. Madre de tres hijos y abuela del mucho más tarde famoso pintor Paul Gauguin. Encarnó en su vida y su cuerpo los dos grandes males sociales de su época: La discriminación y desigualdad de la mujer; y la explotación y miseria de los obreros. Ambos males se fundirán en una sola trama para marcar su vida de desgracias, a partir de un hecho trágico: el fallecimiento de su padre. En efecto, hasta entonces, durante los primeros cuatro años de su vida, su hogar estará lleno de comodidades y del pensamiento ilustrado de la época. Amigos de su familia y visitantes de su casa, serán intelectuales y personajes de la talla de Simón Bolívar y su maestro Simón Rodríguez.

Sin embargo, su madre era madre soltera y, consecuentemente, según la ley de la época, se trataba de una mujer y una hija “ilegítimas”. Ello las dejó en la miseria económica, sin acceso a derechos de herencia alguno. La discriminación de la mujer y la miseria llegaron de ese modo juntas a su vida. Se vio obligada a trabajar tempranamente como obrera en un taller de pinturas, cuyo dueño se enamora de ella. Presionada por su madre y la situación de pobreza, ella, con 18 años de edad, lo acepta en matrimonio por conveniencia en 1821. Sólo cinco años después, en la naciente Bolivia, Sucre presidente, Bolívar inspirador y Simón Rodríguez ministro de Educación, establecían: “Se ha de dar instrucción y oficio a las mujeres, para que no… hagan del matrimonio una especulación para asegurar su subsistencia” (Simón Rodríguez. 1830).

De alma inquieta y libertaria, cuatro años y tres hijos después, decide separarse. Vuelve a la miseria, que le arrebata a dos de sus hijos, uno muerto de enfermedad y otro entregado a su marido. Vendrán años de constante pobreza, trabajando en diversos países y oficios. También de permanente acoso y violencia de su ex esposo, con el que mantendrá conflicto legal por la tuición de su tercera hija. Se traslada al Perú, entonces envuelto en guerra civil, en busca de la herencia de su padre, sólo recibe una pensión heredada y la fuerte discriminación de esa sociedad tan patriarcal, racista y clasista que impacta fuertemente su sensibilidad. Permanece allí un año y se contacta con la intelectualidad peruana de la época. De regreso a Francia, su marido le dispara en la calle dejándola gravemente herida, pero también libre de su acoso al ser encarcelado.

En esos años, Flora lee y reflexiona todo el pensamiento progresista de su época. Se vincula al movimiento obrero, a Carlos Fourier, socialista francés, y a Roberto Owen, socialista inglés, entre muchos otros. Publica libros, ensayos y artículos de periódicos, de carácter autobiográficos, de reivindicación de los derechos de la mujer y de los derechos de los obreros. “De la necesidad de dar buena acogida a las mujeres extranjeras”. “Peregrinaciones de una paria”. “Los conventos de Arequipa”. Su experiencia de ser “paria” en ambos mundos, el europeo y el americano, conjuntamente con su rica reflexión, le lleva a una posición cosmopolita, de fraternidad universal. “Los limites de nuestro amor, no deben ser los matorrales que encercan nuestro jardín ni los muros que rodean nuestras casas ni las montañas o mares que bordean nuestros países. A partir de hoy nuestra patria debe ser el universo” (1835). En 1837 envía a la Cámara de Diputados francesa una petición “para el restablecimiento del divorcio”. Al año siguiente envía otra para abolir la pena de muerte. Publica artículos sobre las cartas de Bolívar a sus padres. Escribe en varios periódicos socialistas y se involucra de lleno en el movimiento obrero. Publica su novela filosófica y social “Mephis”. En 1839 viaja por cuarta vez a Inglaterra, ingresa disfrazada de hombre a la Cámara de los comunes. Publica al año siguiente “Paseos por Inglaterra”, donde refleja su honda impresión por la miseria de los obreros, siendo reproducido en periódicos y re editado dos veces, la segunda con dedicatoria de Flora a las clases obreras.

A partir de 1842, y siempre en medio de la miseria, decide consagrarse por entero al movimiento obrero. Escribe su diario personal y su obra más acabada: “La unión obrera”. En ella, da contenido de clase a la fraternidad universal declarada siete años atrás. Anticipándose al “proletarios del mundo, uníos” de Carlos Marx –que entonces inicia su carrera como analista político-, propone el programa de una “Unión universal de obreros y obreras”. Incluye también la demanda por el “Derecho al trabajo”, que habrá de ser reconocido formalmente por el gobierno francés en 1848, cuatro años después de su muerte. El libro será publicado por ella misma con campañas de autofinanciamiento entre amigos y obreros. En gira por Francia para agitar el programa contenido en él, hostigada por la policía y gravemente enferma, muere en 1844. Los obreros financian y erigen un monumento en su homenaje. Los periódicos publican sus trabajos y libros. Los obreros re editan su “Unión Obrera”. Marx reconoce y elogia sus ideales. En 1848, en Burdeos, los obreros construyen un mausoleo de mármol blanco en su honor, más de 10 mil personas asisten a su inauguración. En su frontis se leía: “A la memoria de la señora Flora Tristán, autora de La Unión Obrera. Los trabajadores agradecidos: Libertad, Igualdad, Fraternidad, Solidaridad”.

Como culminación de un proceso biográfico y colectivo, a lo largo de su vida, supo aunar la reflexión y propuesta frente a los dos grandes males sociales que sufrió y combatió en carne propia, aún en contra de “socialistas” misóginos como Ferdinando Lasalle y Pedro Proudhon, y adelantándose varios años a la reflexión igualitaria en este terreno de socialistas como Mijail Bakunin, Carlos Marx y Pablo Lafergue. “Compréndanlo bien, las leyes que rebajan a la mujer, privándola de instrucción a la larga servirán para oprimirlos a ustedes, los proletarios... No es a nombre de la superioridad de la mujer, de la cual podrían acusarme que yo les digo de reclamar los derechos de la mujer, antes que discutir sobre su superioridad será necesario que la mujer sea reconocida como un individuo social… A vosotros, obreros que sois las víctimas de la desigualdad de hecho y de la injusticia, a vosotros os toca establecer al fin sobre la tierra el reino de la justicia y de la igualdad absoluta entre la mujer y el hombre. Dad un gran ejemplo al mundo… y mientras reclamáis la justicia para vosotros, demostrad que sois justos, equitativos; proclamad, vosotros, los hombres fuertes, los hombres de brazos desnudos, que reconocéis a la mujer como a vuestra igual, y que, a este título, le reconocéis un derecho igual a los beneficios de la unión universal de los obreros y obreras” (La Unión Obrera. 1843). Desde entonces, la figura y el legado de esta precursora de la justicia para mujeres y obreros, no han dejado de crecer en los dos mundos que le dieron vida, el europeo y el latinoamericano.

Desde las precursoras reflexiones de Miranda, tendría que pasar todavía mucho más tiempo para que los derechos políticos de las mujeres, a elegir y a ser elegidas, se abriera lento y resistido camino por más de un siglo y medio en el continente latinoamericano. Y algunas cuestiones civiles, como sus derechos y funciones en el matrimonio y respecto de los hijos, reclamados por Flora Tristán, todavía más, hasta años recientes. La comunidad internacional, a través de la Convención respectiva sobre la Mujer de Naciones Unidas (CEDAW), habría de trabajar hasta 1979 para dar ese paso decisivo. Y aún quedan muchas desigualdades esperando justicia en este ámbito. En 1960, el corrupto y sanguinario régimen de Leonidas Trujillo en Republica Dominicana, asesina cobarde y brutalmente, a golpes, a las tres Hermanas Mirabal, llamadas las “Mariposas”, por el nombre clave “Mariposa”, usado en la resistencia clandestina por Minerva, la líder de las hermanas, primera mujer abogada del país, y activa dirigente de la resistencia. Seis meses más tarde, el tirano será ajusticiado. En conmemoración de la inmolación de Minerva, Patria y Maria Teresa, las “mariposas” Mirabal, el “Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe”, celebrado en Bogotá, Colombia en 1981, declaró el día de su martirio, 25 de noviembre, como “Día Internacional de la No Violencia Contra la Mujer”

Actualizando esa tradición de pensamiento universal y latinoamericana en el seno de la revolución cubana, con una síntesis de la lucha por la igualdad de la mujer y la del proletariado que recuerda a la que anticipara Flora Tristán, el Che Guevara señaló: “…efectivamente la mujer todavía no se ha desatado de toda una serie de lazos que la unen a una tradición del pasado que está muerto. Y, de esa manera, no se incorpora a la vida activa de un trabajador revolucionario. Otra puede ser, que la masa de trabajadores, el llamado sexo fuerte, considera que todavía las mujeres no tienen el suficiente desarrollo, y hacen valer la mayoría que tienen; en lugares como éstos se notan más los hombres, se hace más claro su trabajo, y de allí se olvida un poco, se trata subjetivamente el papel de la mujer. Hace unos meses -pocos meses- nosotros tuvimos que cambiar una funcionaria en el Ministerio de Industrias, una funcionaria capaz. ¿Por qué? Porque tenía un trabajo que la obligaba a salir por las provincias, muchas veces con inspectores o con el jefe, con el Director General. Y esta compañera, que estaba casada -creo que con un miembro del Ejército Rebelde-, por voluntad de su marido, no podía salir sola; entonces, tenía que supeditar todos sus viajes a que el marido dejara su trabajo, y la acompañara a cualquier lugar donde tuviera que ir, de una provincia. Esta es una manifestación cerril de discriminación de la mujer. ¿Es que acaso la mujer tiene que acompañar al marido cada vez que tiene que salir por el interior de las provincias, o por cualquier lugar para vigilarlo, no vaya a caer en tentaciones, o algo por el estilo?

¿Qué indica esto? Pues, sencillamente, que el pasado sigue pesando en nosotros; que la liberación de la mujer no está completa. Y una de las tareas de nuestro Partido debe ser lograr su libertad total, su libertad interna, porque no se trata de una obligación física que se imponga a las mujeres para retrotraerse en determinadas acciones; es también el peso de una tradición anterior. Y en esta nueva etapa que vivimos, en la etapa de construcción del socialismo, donde se barren todas las discriminaciones… la sociedad donde desaparezcan todas las diferencias, en este momento no se puede admitir otro tipo de dictadura que no sea la dictadura del proletariado como clase. Y el proletariado no tiene sexo; es el conjunto de todos los hombre y mujeres que, en todos los puestos de trabajo del país, luchan consecuentemente para obtener un fin común” (Discurso en la asamblea general de trabajadores de la textilería Ariguanabo. 24 de marzo. 1963).

Bibliografía

Alianza por un mundo responsable, plural y solidario. Carta de las Responsabilidades Humanas. Editorial Ayun. Chile. 2.003.

Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL)
Panorama Social de América Latina 2.001-2.002. Naciones Unidas. Noviembre de 2.002.
Panorama Social de América Latina 2.002-2.003. Naciones Unidas. Marzo de 2.004.


Huatay, Carolina & Calquisto, Victoriana. Tejedoras de la Integración. Las inmigrantes peruanas en Chile. Programa Andino para la Dignidad Humana (PROANDES)-Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM). Santiago de Chile. Noviembre de 2.003.

Jiménez, Ricardo. El largo parto de un pensamiento propio. Historicidad y generalización ahistórica en América Latina. Editorial Comuna libertaria. Bolivia. 2008.

Organización de Estados Americanos (OEA). Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer (“Convención de Belém do Pará”). Brasil. 9 de junio de 1.994.

Organización de las Naciones Unidas (ONU)
Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer. 1.979.
Plataforma de Acción “Acción para la Igualdad, el Desarrollo y la Paz” de la 4º Conferencia Mundial sobre la Mujer en Beijing. 1.995.
Protocolo facultativo de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer. 1.999.


· Elaborado por el Área de Metodología de la “Asamblea Regional de Ciudadanos”. Febrero de 2008.

lunes, 18 de febrero de 2008

Artículo publicado en LE MONDE DIPLOMATIQUE CHILE en febrero de 2008 por el Equipo de Coordinación Asamblea Regional de Ciudadanos Cono Sur

ASAMBLEA REGIONAL DE CIUDADANOS

CONSTRUYENDO CIUDADANÍAS AL SUR



"Patria es humanidad, es aquella porción de humanidad que vemos más de cerca y en que nos tocó nacer… por lo que, de modo especial, allí está obligado el hombre a cumplir su deber de humanidad"
José Martí


Poco antes de morir en la lucha por la tardía independencia de Cuba, el poeta, pensador, exiliado y diplomático cubano José Martí escribió aquellas palabras; según las cuales la patria es, explícitamente, una responsabilidad hacia la humanidad, allí donde es más viable, donde la tenemos más cerca, donde nos tocó en suerte nacer. La vigencia de esta concepción, que es parte ya del acervo cultural y ético latinoamericano, tuvo un feliz encuentro con un movimiento de carácter mundial, dando origen a un caminar, un pensar y un construir que lleva ya un rico año de recorrido. Se trata del nacimiento de la ASAMBLEA REGIONAL DE CIUDADANOS DEL CONO SUR.

La búsqueda

Los procesos de crisis y cambio cultural, profundos, propios de un cambio entero de época, vividos por el mundo a fines del siglo XX, la incontestable experiencia histórica de perversiones, crímenes y amenazas de todo tipo, surgidas por el desarrollo convencionalmente entendido hasta entonces, ya sea a manos del capitalismo liberal, el fascismo, o el socialismo real, desacreditaron, en mayor o menor medida, la fe en los grandes discursos y sentidos políticos, sociales y culturales. Conjuntamente, las viejas injusticias sociales de carácter estructural, las desigualdades ciudadanas y las exclusiones de la diferencia, continuaron y muchas veces aumentaron de magnitud, agudizando la crisis de las relaciones entre sociedad y medio ambiente.

La desalentadora mezcla de inseguridad social, incertezas filosóficas y quiebre de la confianza en la propia modernidad, dieron paso a dos grandes tendencias de actitudes opuestas que se combinan y superponen. Por un lado, la desesperanza en la especie humana (pesimismo) o en creer en alguna concepción de sentido para la realidad (nihilismo), y el concentrarse exclusivamente en la búsqueda del placer propio (hedonismo egoísta). Por otro, la idea de que toda aquella crisis, todos esos fenómenos, sumados a las amenazas de eventuales órdenes dictatoriales y deterioros ecológicos catastróficos, vuelven aún más imprescindible la preocupación de los individuos por un nuevo tipo de regulación, un nuevo contrato social, a escala local, regional y global; de modo tal, que la ciudadanía activa es no sólo deseable, sino imprescindible para extender, sustentar y profundizar auténticos órdenes democráticos, puesto que los puros mecanismos jurídicos e institucionales, si bien son imprescindibles, resultan insuficientes sin un grado necesario de esa virtud, preocupación y dedicación a los asuntos públicos por parte de los ciudadanos.


La necesidad de nuevos Marcos Éticos, Plurales y solidarios

Desde los primeros años de la década de 1990 estas inquietudes fueron catalizadas a través de una red de debates y acciones, empujadas por diversas personas y grupos. El eje ordenador de este proceso, que involucró a la más diversa gama de personas y organizaciones, era la coincidencia en la necesidad de Nuevos Marcos Éticos, plurales y solidarios. Como base de un nuevo pacto social, un inédito modo de construir y regular las relaciones humanas, referido esencialmente a los derechos de los otros, de las generaciones futuras, del medio ambiente y aún del universo por explorar. En una palabra, construir las bases de un nuevo modo de regulación de las relaciones sociales, basado en la responsabilidad y el protagonismo ciudadano de la sociedad civil.

Una concepción que no negaba el acumulado de reflexión y prácticas sociales de los Derechos Humanos, sino que lo actualizaba y completaba, para superar la crucial y crítica época alcanzada. Tampoco negaba la multiplicidad de otras iniciativas similares de búsqueda, como las cumbres alternativas, conferencias civiles y foros sociales mundiales. Por el contrario, se sabía y sentía parte de este gran movimiento de necesaria respuesta de la humanidad a la crisis civilizatoria global.

Un proceso mundial de cinco Asambleas de diversidad ciudadana, realizadas en junio de 2001, y culminados con la Asamblea Intercontinental de la ciudad francesa de Lille, en diciembre de ese año, fueron el epicentro que dio inició a un largo camino de reflexiones y prácticas colectivas y plurales en todo el mundo, que abarcó, a través de conferencias, encuentros y alianzas, reflexiones y acciones, prácticamente todos los continentes.

El encuentro

Al feliz encuentro de este proceso global, que se desarrolla en todas las regiones del mundo, vino la particular configuración cultural sudamericana. Allí donde la crisis y el cambio de época tiene sus especificas y urgentes formas, donde la memoria y el sentir son profundos y ricos, aunque también problemáticos y trágicos; al sur del mundo, este movimiento de reflexión y acción ciudadanas vino a fundirse en el telar de las luchas, las ideas y las voces por un nuevo horizonte regional como parte de un nuevo amanecer, plural y solidario, de la humanidad.

En la rica resistencia y búsqueda de alternativas a la globalización capitalista neoliberal, los pueblos sudamericanos también necesitan y buscan rehacer la geografía, reconfigurar los territorios. Las barreras geográficas y culturales, de origen colonialista, están crujiendo. Pero ello impone el colosal desafío de cambiar necesariamente la geometría política y la cultura, el modo mismo de pensar.

No inventamos nada, son procesos que ya están ocurriendo. La Asamblea regional de Ciudadanos se recorta y se teje de las numerosas y pre existentes experiencias y vínculos regionales, a través del acuerdo y el diálogo participativo y protagónico de las más diversas personas y organizaciones sociales de Argentina, Perú, Bolivia, Uruguay, Chile y, en ciernes, en Paraguay. Ellos conforman una región que mantiene una inter relación dinámica y flexible con el resto de los países de Sudamérica.

Objetivos

La Asamblea se enlaza y dialoga con las demás iniciativas similares en la región (foros, encuentros y redes), aunque pone conciente y explícitamente el énfasis en la reflexión y la propuesta. Su objetivo es ser un proceso de conversación, pensamiento y ensayos de las nuevas formas posibles de regulación del orden social, el conjunto sistemático de los nuevos valores alternativos. Para construir una nueva ciudadanía, responsable, plural y solidaria, ejerciéndola. Un proceso de re-organización de lo social, que sea sustentable a partir de cada territorio regional, con miras a construir, desde los cimientos de la sociedad, los sistemas sociales y políticos capaces de vivir en paz en una sociedad de diversidad. Se mueven en la lógica de los procesos de cabildos o asambleas constituyentes, sólo que no están enmarcadas en un cuadro jurídico o institucional .

Como no podía ser de otro modo, la Asamblea ha reflejado la pluralidad, diversidad, contradicciones, complejidades y dinámicas propias de la región. Particularmente rica es su diversidad geográfica, generacional y de prácticas socio profesionales, un conjunto heterogéneo y vasto de saberes y miradas. Ello ha impuesto necesariamente un desarrollo desigual, no exento de obstáculos, pero que hace a uno de sus objetivos explícitos y fundamentales: la complementariedad y articulación de la diferencia; el desarrollo para ello de una nueva ética, un nuevo pensamiento y un nuevo conocimiento de la articulación.

En suma: proceso sistemático de diálogo, reflexión y propuestas para una nueva Gobernanza, centrada en la justicia y la inclusión, una renovación de las herramientas de la democracia y nuevas formas de interacción entre lo local y lo global para que los ciudadanos, individual y colectivamente, no se sientan impotentes frente a problemas nuevos cuya escala y complejidad los sobrepasan.

Instrumento de inclusión, complementariedad y articulación de la diferencia para que surjan prioridades y estrategias en común. Construcción de un pensamiento colectivo, propio y útil, sobre el futuro de la región, inscribiéndola dentro de una visión de todo el planeta.

La integración regional

Realidades en marcha tales como las migraciones, los crecientes y omnipresentes flujos comunicacionales y de ideas, la trasnacionalización del consumo, de los procesos productivos y del empleo, las amenazas bélicas, medioambientales y de pandemias, entre muchas otras, rebasan la capacidad de los Estados como agentes de la política, tanto interior, como exterior en general y de la integración regional en particular. El nuevo escenario y sus desafíos nos convierten necesariamente a todos en agentes de un nuevo orden social, y esto incluye las relaciones internacionales; imponen una integración ciudadana de nuevo tipo: cotidiana, viva, profunda, inclusiva, pacífica y solidaria. La Asamblea es también un instrumento de dialogo para la paz y la integración regional solidaria.

El horizonte. Hacia la Asamblea Ciudadana Regional del 2010

La creación de la red de jóvenes y de medios de comunicación alternativos, en el encuentro de Valparaíso, Chile, en enero de 2007; el encuentro preparatorio de Antofagasta, Chile, en abril de 2007, que tuvo como referencia la solución marítima para Bolivia; y el encuentro sobre educación en el cono sur, en Córdoba en enero de 2008; son los hitos del proceso de la Asamblea, que han permitido consolidar equipos en cada país y definir una Agenda de largo plazo. En ella, los próximos dos años son “preparatorios” de una primera Asamblea Regional de Ciudadanos del Cono Sur, para el año 2010. A lo largo de estos dos años, el objetivo es elaborar “Cartas de Principios” y “Planes de Acción Colectivos”.

La Agenda, apunta y trabaja para este periodo preparatorio, a la creación de una alianza ciudadana de mujeres por la Asamblea, en el próximo encuentro de Lima, Perú, en abril de 2008. Una alianza de académicos y de educación. Una alianza medio ambiental. Una de Militares por la Paz. Una de religiosos. Una de Pueblos Indígenas. Una de Derechos Humanos. Una de movimientos sociales. Una de actores culturales. Una de municipios y poder local. Una de migrantes. Son los sectores estratégicos, no excluyentes, definidos.

Se ha definido el desarrollo cualitativo y sistemático de nuevas metodologías (el cómo hacer) colectivas, como el eje fundamental para asegurar el logro de los objetivos.

Se plantea también la creación de cátedras de reflexión sistemática de Pueblos indígenas y de Integración regional. Y la construcción de soportes virtuales de comunicaciones y difusión, tanto de los diálogos permanentes, como del acumulado de reflexiones y propuestas. Para todo ello, la incorporación creciente de personas y organizaciones, y la construcción de alianzas con diversos sectores y otras iniciativas, es condición y alimento del proceso.

Por ello, extendemos la invitación permanente a todas las personas, activistas, profesionales, y organizaciones y movimientos sociales, ONG, etc., que quieran trabajan por estos objetivos, haciéndose parte vital de este proceso para enriquecerlo, a comunicarse, articular e incorporarse al proceso de Asamblea Regional Ciudadana del Cono Sur.

Así toma forma en el sur el movimiento mundial por una nueva ciudadanía para una nueva Gobernanza regional. Nuestro norte es el sur. Nuestro fin es el comienzo.

viernes, 15 de febrero de 2008

Convocatoria Encuentro Mujeres en Movimiento

CONVOCATORIA

I ENCUENTRO
“Mujeres en Movimiento: Una experiencia de Mujeres en Latinoamérica”
Lima- Perú 2008
10, 11 y 12 de Abril

Rumbo a la Asamblea Mundial de Ciudadanos de 2010

La Red de Responsabilidades Humanas dentro de sus principios fundamentales: Ética y Responsabilidad Humana, Memoria, Solidaridad, Integración e Identidad, viene promoviendo a través de diversas actividades, como encuentros con distintos actores y en diferentes lugares de Latinoamérica, la responsabilidad de hacer que los Derechos Humanos vivan en nuestra manera de pensar, actuar y que reconozcamos la responsabilidad que tenemos todos de construir un mundo responsable, plural y solidario.
En estos encuentros se vienen reconociendo las diversas experiencias, de mujeres y hombres, en diferentes temas de la agenda actual, reflexionando y fortaleciendo sus acciones; lo cual servirá como marco previo a la Asamblea Mundial de Ciudadanos a realizarse en Perú el 2010.

En la agenda actual es importante identificar las diversas problemáticas, pero a su vez también reconocer a sus diversos actores y su papel en los procesos de cambio. Entre estos actores estamos las mujeres, presentes siempre en la historia; que si bien todos reconocen su difícil situación en el mundo, es urgente tan bien conocer las luchas, compromisos, contribución, aciertos y errores de aquellas mujeres que en escenarios diferentes viven contextos similares.

Por ello la Red de responsabilidades Humanas en respuesta a esta necesidad de generar y mantener espacios de encuentros, diálogos e intercambios; de nuestras, ideas, y prácticas, desde el movimiento social, que nos permitan una autocrítica y reconocimiento de nuestras acciones, realiza el I Encuentro “Mujeres en Movimiento: Una experiencia de Mujeres en Latinoamérica”.


1. Objetivos: Que nos debe permitir este encuentro.

1. Generar un espacio de debate e intercambio de experiencias y saberes, entre mujeres de zonas rurales y urbanas, provenientes de los países de Latinoamerica.

2. Conocer y reconocer la acción, participación de las mujeres en sus luchas cotidianas; en los diferentes espacios y temáticas, sean estas de supervivencia o de acción política e incidencia en la contingencia nacional y/o regional

3. Reflexionar críticamente sobre la agenda actual mundial, de las mujeres, las prácticas actuales y; los desafíos para construir nuevas formas de actuar frente a las temas locales, nacionales y globales.

4. Fortalecer los lazos de hermandad latinoamericana entre las mujeres y sus luchas actuales.


2. Temáticas: Temas sobre los cuales debatiremos y reflexionaremos nuestra acción.

Definiéndose este encuentro dentro de los principios de la Red se desarrollaran las siguientes mesas temáticas:

a) Mujer, violencia política y racismo
b) Mujer y salud
c) Feminismos
d) Mujeres en política
e) Economía solidaria
f) Mujeres rurales
g) Arte y mujeres
h) Religión – fe y mujeres
i) Mujer y Medio Ambiente


3. Lugar de encuentro de nuestras experiencias

1 El encuentro se realizará en el distrito de Villa el Salvador, ubicado al sur de la ciudad de lima – Perú. Distrito reconocido a nivel local, nacional e internacional por su experiencia de lucha y organización, así como el papel jugado por sus mujeres.
2 Las mesas temáticas, Feria de intercambio, velada cultural se realizarán en el Local de la Federación Popular de Mujeres de Villa el Salvador- FEPOMUVES. Ubicado entre la Av. Álamos y Av. Mariátegui - Sector 3, Grupo 15.
3 Se propone el alojamiento en la comunidad lo que permitirá a su vez conocer parte de su historia y situación actual.

4. Protagonistas de este encuentro

1. Si bien este encuentro tiene como protagonistas a las mujeres y sus experiencias, es un espacio abierto para mujeres y hombres con diferentes posiciones, que quieran debatir, intercambiar y aportar en este encuentro.

2. Para las delegaciones provenientes fuera de Lima es necesario enviar la ficha de inscripción adjunta y confirmar su participación hasta el 22 de marzo del 2008.


5. Organización

El I Encuentro “Mujeres en Movimiento: Una experiencia de Mujeres en Latinoamérica”, es impulsado por la Red de Responsabilidades Humanas – Capitulo Perú, en coorganización de la Casa Alternativa Joven, FEPOMUVES-Federación Popular de Mujeres de Villa El Salvador, y el apoyo de la Red Jubileo, capítulo Perú.

lunes, 4 de febrero de 2008

Entrevista Gustavo Marín

CAMINAR HACIA UNA ASAMBLEA CIUDADANA
PEDACITOS HISTÓRICOS DE UN CAMINO


Transcripción editada del Video-entrevista a
Gustavo Marín, de la Fundación Charles Léopold Mayer
por el progreso humano
realizada durante el encuentro de Antofagasta
Abril de 2007


Hacia la Asamblea Ciudadana del Cono Sur de 2010

Como parte del desarrollo de una metodología que nos permita un mejor acumulado útil de las reflexiones colectivas de este proceso de ASAMBLEA REGIONAL CIUDADANA DEL CONO SUR, se entrega este documento preparatorio a los debates por continuar en los diferentes encuentros. Se trata de un insumo que recoge esencial y sintéticamente el contexto, justificación y carácter de nuestro Proceso de Asamblea Regional.
La entrevista se puede ver en: http://www.traversees.org/rubrique.php3?id_rubrique=3
y en. http://www.carta-responsabilidades-humanas.net/spip.php?rubrique158&lang=es

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“Podemos ser antofagastinos, seguro, podemos ser chilenos, seguro, pero también podemos ser peruanos y podemos ser bolivianos. Yo nací en Antofagasta que era boliviana, ¿qué soy, chileno o boliviano? ¿O soy aymara o soy quechua? Yo veía a los aymaras y tengo la nariz casi como la nariz de los aymara o de los quechuas, o de los diaguitas o no sé de quién. ¿Qué es lo que es uno? Esta idea de la Asamblea Ciudadana es una noción de agrupamiento social de gente de distintas regiones, superando estos límites, estos nacionalismos y estas estrecheces que nos han limitado… buscando nuevos horizontes”
Gustavo Marín



“Nosotros empezamos en el año 95’, hace ya 12 años, a propósito de la Cumbre Mundial por el Desarrollo Social que se realizó en Copenhague. En esa época, las Naciones Unidas estaban organizando Conferencias Mundiales sobre grandes temas. Por un lado, las agencias de las Naciones Unidas organizaban un evento oficial, por el otro, las ONG organizaban un evento paralelo. Fue un intento de las Naciones Unidas, al término de la llamada “Guerra Fría”, de generar una instancia de regulación del multilateralismo y de la Gobernanza mundial. Fue más bien un intento de regulación intergubernamental con participación (subordinada) de la sociedad civil. Por nuestra parte habíamos lanzado el 94’, la idea de una “Alianza por un Mundo Responsable y Solidario”, después le pusimos “Alianza por un Mundo Responsable, Plural y Solidario”. Esta alianza había surgido de una Plataforma que habíamos elaborado el año 93’: la Plataforma para un Mundo Responsable y Solidario.

Y viene la “Cumbre Social” del 95’. Nos dijimos: ‘organicemos varios encuentros simultáneos en varias regiones del mundo con miras a esta Cumbre Social’. En Enero-Febrero del 95’ organizamos entonces 4 encuentros continentales: en Río de Janeiro, Cape Town, París y Beijing en China. Al mismo tiempo, cuatro, reuniendo sindicatos, ONG, organizaciones sociales, levantando propuestas para la Cumbre Social buscando responder a preguntas sobre lo que tenía que ser un desarrollo a escala humana, un nuevo desarrollo humano. Lanzamos la noción de Gobernanza Ciudadana. Esas ideas fueron interesantes porque se movilizaron gentes de distintas culturas, de distintas regiones, con una temática común. En China, la reunión fue inédita, con participación de japoneses, coreanos, indios, taiwaneses. Dos años después, siguiendo en esta dinámica de construir una Alianza por un mundo responsable, plural y solidario, organizamos en diciembre del 97’, 6 encuentros continentales, más un encuentro mundial, paralelo todo y simultáneo: en São Paulo, Barcelona, Kigali, Alger, Bangalore, Roubaix en el Norte de Francia. Poco a poco se iba generando una dinámica de “mundialización de las dinámicas sociales”.

En junio del 2000, hubo una reunión en Ginebra para celebrar lo que se llamó “Copenhague + 5”, para, después de 5, años, hacer el balance de Copenhague 95’. Ahí llegaron los brasileros con la idea de lanzar el “Foro Social Mundial”. Decían que había que abrir una alternativa al Foro Económico Mundial de Davos. Luego se anunció el primer Foro Social Mundial en Porto Alegre en Enero del 2001. Rápidamente los brasileros se dieron cuenta que había que mundializar también la dinámica. Desde el primer Foro nosotros queríamos mundializar el Foro de Porto Alegre. Lo intentamos el 2002, no lo pudimos. Lo intentamos el 2003, no lo pudimos. Pero el 2004 fuimos a Bombay. El 2005, volvimos a Porto Alegre. Pero el 2006, no pudiendo hacer un solo Foro en Marruecos, se hizo en Bamako, en Caracas y en Karachi en Pakistán. La idea de la continentalización de procesos sociales, de simultaneidad de procesos sociales, era una idea, una fuerza, una tendencia que estaba presente en estas dinámicas.

Entorno a la Asamblea Mundial de Ciudadanos en Lille, al Norte de Francia, en diciembre del 2001, siguiendo con la experiencia que habíamos desarrollado en el 95’, 97’ en torno a esta Plataforma por un Mundo Responsable y Solidario, hicimos preceder esa Asamblea de cinco encuentros continentales, en junio del 2001, cinco meses antes. Organizamos encuentros en Quito, Barcelona, Bangalore, Tanzania y en el Líbano. Con toda esta experiencia, una de las pistas que salió de la Asamblea ciudadana de Lille, hubo otras, pero una de las pistas claves fue lanzar la idea de Asambleas Ciudadanas por continente o sub-continente, que permitieran una articulación de esfuerzos de distintos sectores, trabajando múltiples temáticas y articulados a nivel mundial, siempre en la idea de ir construyendo una fuerza social, una dinámica social, a escala continental, en la época de la globalización.

En este contexto, la idea del Parlamento Mundial es interesante porque plantea el problema de la necesidad de una Gobernanza Mundial, que es absolutamente indispensable, porque el sistema de las Naciones Unidas, no sólo está obsoleto, sino que es casi inoperante. La cuestión de la Gobernanza Mundial es una cuestión real, no sólo por las expansiones de los nuevos polos geopolíticos y los nuevos intentos de multilateralismo, sino, sobretodo, por la nueva presencia geopolítica de China, India y otras grandes potencias que no sólo son la de Estados Unidos. El unilateralismo, con las crisis del gobierno americano, está en una nueva fase de crisis. Sin embargo, la noción de Parlamento Mundial aparece bien pero a fin de cuentas no es una buena idea. Primero, porque la noción de ‘parlamento’ en algunos pueblos es completamente extraña. Segundo, pone mucho énfasis en el rol del ‘representante’ y no del ‘responsable’, sigue con la lógica de la representación. Y tercero, tiene problemas reales de representación, de implementar un sistema de voto, de quién elige a quién, quienes se representan por quiénes. Surgen preguntas como: ¿van a haber partidos mundiales?, ¿van a haber representaciones por regiones? ¿cuál es la proporción de la representación de unos y otros?

Nosotros somos partidarios de proponer los encuentros de los conjuntos continentales o regionales como instancias de participación y regulación. Creemos que la noción de Asamblea Ciudadana es una idea fecunda y que los ciudadanos la captan: ‘Esto nos da un espacio, un recipiente, va más allá de las organizaciones vigentes, permite generar nuevas instancias, nos refuerza’.

Los intentos de una sociedad civil que solamente hace manifestaciones o marchas no son suficientes. El ejemplo, para mí más patético y más fuerte de esta insuficiencia fueron las grandes manifestaciones de Febrero del 2003, que han sido quizás las manifestaciones por la paz más grandes en la historia de la humanidad…pero eso no les impidió a los americanos, dos meses después, lanzar la guerra en Irak. Es bueno manifestar, participan nuevos sectores y hay una nueva toma de conciencia, pero después de la manifestación todo se diluye. Los Foros Sociales todavía tienen perspectivas por supuesto, pero aunque nos duela reconocerlo ¿son una alternativa de una sociedad civil ante el neoliberalismo? Falta mucho todavía. Los Foros Sociales como momentos de encuentro son importantes, pero no son suficientes.

Entonces, nosotros dijimos: ‘sigamos con la perspectiva de proponer Asambleas Ciudadanas’. Porque las Asambleas Ciudadanas buscan ser procesos sociales con perspectiva histórica, de carácter constituyente, donde son las organizaciones sociales, los distintos actores, desde los jóvenes, mujeres, organizaciones indígenas, alcaldes, parlamentarios, militares, empresarios, grupos religiosos, científicos, todos esos sectores los que se reúnen, levantan sus propias Cartas de Responsabilidad, sus propias Plataformas Éticas hacia el futuro, hacen sus propuestas, las confrontan, las tensionan, van construyendo procesos sociales más consistentes, que les permitan darse programas de transformación profunda de la sociedad. Los gobiernos pasan, los partidos en general están fragmentados y tampoco logran generar los consensos necesarios. Los partidos, cuando llevan al máximo sus ideologías, fragmentan la sociedad. Esto no quiere decir que las Asambleas Ciudadanas sean un lugar de la armonía social, ni mucho menos. Esta no es la política del gobierno chino que busca “la armonía social” entre las diferentes contradicciones. Las Asambleas Ciudadanas pueden y deben ser lugares de confrontación de ideas, confrontación de visiones, para aislar a todos aquellos que tienen visiones autoritarias, golpistas, fascistas y excluyentes de la sociedad. Pero, al mismo tiempo, buscan abarcar a amplios sectores sociales, y no sólo a las ONG, no sólo a los dirigentes de partido, no sólo a los militantes más motivados. Nosotros pretendemos que las Asambleas Ciudadanas sean movimientos sociales, organizados, masivos, pero de nuevo tipo. En la época de la globalización, de este capitalismo que sigue expandiéndose, que sigue provocando guerra y deterioros medioambientales es una manera para los ciudadanos de tomar conciencia y organizarse.

¿Cuál será la viabilidad de esta idea? ¿quiénes la podrán desarrollar? La estamos impulsando también en otras regiones, la estamos proponiendo en el diálogo entre China y Europa, estamos empezando el diálogo entre los chinos y los indios. Ellos ya se han apropiado la idea de una Asamblea Ciudadana de China e India, también en torno al 2010. Lo mismo queremos hacer en el Magreb, una Asamblea de Ciudadanos del Magreb, con una Carta de Ciudadanos del Magreb, que es urgente en esa región donde frente a regímenes autoritarios es urgente abrir nuevos espacios sociales. La gente se da cuenta que algo pasa en el sistema político que no permite salir de la crisis. Las Asambleas Ciudadanas tienen el propósito de generar formas de regulación más sociales, más participativas, más autónomas. ¿Serán suficientes para influir en los Estados, en las transformaciones de los viejos esquemas de regulación de la Gobernanza? No sabemos aún. Pero debemos y podemos intentarlo.

Las Asambleas Ciudadanas buscan ser un recipiente de las nuevas ciudadanías que se van creando, que son ciudadanías multinacionales, o por lo menos, binacionales. Una tendencia fuerte en curso es la superación de los Estados Nacionales, producto de los viejos procesos de colonización. Esa va a ser una tendencia cada vez más fuerte. Estas nociones de superar lógicas puramente nacionalistas o sectarias, toman tiempo, pero es un cambio ético fundamental, es más que un cambio político, es un cambio ético, un cambio profundamente humano.”

Gobernanza

GOBERNANZA. UN CONCEPTO PROBLEMÁTICO EN AMÉRICA LATINA.
FICHA.

Hacia la Asamblea Ciudadana regional de 2010.·
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Como parte del desarrollo de una metodología que nos permita un mejor acumulado útil de las reflexiones colectivas de este proceso de ASAMBLEA REGIONAL CIUDADANA DEL CONO SUR, se entrega este documento preparatorio a los debates por continuar en los diferentes encuentros. Se trata de un insumo de partida a ser permanentemente revisado y corregido por el desarrollo mismo de los encuentros y reflexiones. Busca aportar en forma sencilla y útil información esencial acerca del concepto de “Gobernanza”.

Concepto

El viejo sabio Protagoras, hace ya más de 25 siglos, constataba un hecho esencial: “es el ser humano el que le pone nombre a las cosas” (también el que las mide). A partir del cual, se hace evidente que los conceptos son construcciones o convenciones, impuestas por su fuerza explicativa, su utilidad (para algún interés o intencionalidad) o el poder (cultural, político, económico).

Esto es lo que explica las enredosas y recurrentes ocasiones en que se producen debates acerca de lo que tal o cual concepto significa “realmente”, como si ese “realmente” fuera algo dado e independiente de los seres humanos, los que ponen nombre, finalmente, a las cosas.

En pocas ocasiones encontramos un ejemplo actualizado de estas dinámicas y complejidades como en el caso de la “Gobernanza”. Un concepto muy en boga, muy usado por diversos actores, con diversas intencionalidades y para diversas usos. Desde el Banco Mundial, hasta sectores de la izquierda progresista. Conviene entonces reflexionar sobre estos usos y las convenciones en que es usado.

Con raíces etimológicas que se rastrean hasta la Grecia clásica antigua, latinas de la Edad Media, francesas e inglesas del siglo XIV, alude esencialmente a la idea del gobierno, pero entendido en dos formas importantes de señalar:

a) Objetivamente: Integral o ampliamente, es decir, como la sumatoria o el conjunto total de todos los actores, procesos y dinámicas (interacciones y variables) que conforman finalmente un orden político social.

b) Normativamente (es decir, como “lo que debiera ser”): Buen Gobierno, legítimo, sustentable, base de desarrollo, prosperidad, etc. Esto presupone que, al igual como ocurre con los gobiernos, puede haber una mala gobernanza.

Suele confundirse y conviene distinguirlo de “Gobernabilidad”, es decir, la capacidad o habilidad de gobernar, que pone énfasis en el “orden”, la “estabilidad”, etc. Mientras esta “capacidad” radica en el hecho de que se administra ordenadamente algo, la Gobernanza refiere a “procesos” de interacciones y actores diversos, y considera el resultado del proceso.

“[la gobernanza] se refiere a los procesos de acción colectiva que organizan la interacción entre los actores, la dinámica de los procesos y las reglas de juego con las cuales una sociedad toma sus decisiones, y determina su conducta.” (Grupo latinoamericano de trabajo de la Oficina Regional del IDRC - International Development Research Center, para América Latina y el Caribe. Taller “Gobernanza: Hacia un concepto”, Montevideo, 2004)

“[la gobernanza abarca] los modos de organización y de regulación de la convivencia, dentro de una sociedad determinada, desde el nivel local hasta el nivel mundial y según una ética definida en común.” (Tomado de Ficha IRG - FLAG)

Se trata entonces de un concepto de Gobierno “relacional” o de redes, donde el gobierno, como pura administración estatal, encuentra legitimidad y eficiencia en sus interacciones y dinámicas con los demás actores no estatales, denominados genéricamente como sociedad civil. Ésta a su vez, está internamente diferenciada: desde los actores sociales excluidos, hasta los poderes fácticos empresariales. De ahí que la “Gobernanza” sea usada con tan disímiles intencionalidades. En algunos casos, como sustentabilidad al orden neoliberal, a través de la cooptación de los actores sociales a las dinámicas del mercado y los poderes fácticos empresariales que los digitan. En otros, por el contrario, como posibilidad de que en un juego democrático justo, estos poderes y dinámicas puedan ser contrarrestados a favor de los intereses de las mayorías.

En cualquier caso, mientras algunos defienden el uso y utilidad metodológica del concepto de “Gobernanza” porque pone el énfasis en las interacciones público - civiles, entregando más protagonismo a la sociedad civil que el concepto anterior de “gobierno” o “gobernabilidad” a secas, y que entraña un lenguaje y unas categorías neutras, más objetivas para definir esas interacciones y sus posibilidades, otros, ven en ello un lenguaje aséptico, que evita pronunciarse, y en esa medida ayuda a solapar y legitimar, los poderes fácticos, las diferenciaciones y conflictos de clase, étnicas, etc., suplantando términos normativos como “justicia”, por otros ambiguos como “desarrollo”.

Con todo, el núcleo esencial y básico del concepto: la relación entre Estado y Gobierno, por un lado, y sociedad civil (pueblos), por otro, es un eje sustancial e ineludible para abordar los problemas, crisis y urgencias actuales en marcha, a nivel global y en nuestro continente, entroncando directamente con otros conceptos fundamentales para nuestro proceso como la ciudadanía, la democracia, la soberanía, etc. De ahí que es importante reflexionar sobre el tema.

La problematización del concepto en América Latina

Las profundas crisis estructurales y de sentido que agrietan el orden capitalista neoliberal, en diversos grados y formas, en todo el continente, encuentran su expresión y epicentro en la aguda cuestión de la “democracia”. Es la palabra común y al mismo tiempo en disputa. El santo y seña de quienes se oponen ferozmente a los cambios y de quienes los empujan. Tanto en Bolivia, Ecuador y, sobre todo Venezuela, con más intensidad, pero en todos los demás países también, con diversas formas y grados, se resumen los choques y enfrentamientos sociales, económicos y políticos en la concepción, forma y sentido de este viejo sistema de representación, reputado e instalado consensuadamente como el mejor y más deseable, pero cuyo exacto contenido se vuelve ahora una acuciante encrucijada que desata enconos, dudas y temores.

Las Asambleas Constituyentes de Bolivia y Ecuador son consideradas por algunos el parto de una auténtica democracia hasta ahora negada bajo las elites políticas y los poderes fácticos extranjeros y locales. Para otros, mecanismos “populistas” para destruirla e imponer regímenes autoritarios. Los poderes excepcionales otorgados en Venezuela al presidente Chávez, y la re elección indefinida hacia la cual se encamina (a pesar de su transitoria derrota electoral), hacen a muchos dudar si ello es o no democrático. Y estos son solo los casos más notorios de una crisis y encrucijada que recorre a diverso ritmo y forma todos los países de la región.

El escenario común a la generalidad de los países, muy esencialmente hablando, puede describirse como una subterránea y por ahora latente crisis institucional, y sociopolítica. Con oligarquías de hecho que, a nombre de la democracia, mantiene la terca supremacía política, cultura y económica de ciertos sectores sociales sobre todos los demás, de ciertas ciudades y/o regiones sobre el campo o las provincias; donde el monopolio y control totalitario, de hecho, de los medios masivos de comunicación, paradojalmente basado en la formalidad democrática, degrada la idea misma de ciudadanía, envileciendo cotidianamente, irremediablemente cualquier legitimidad real, sustentable de las instituciones; y otras dinámicas similares.

Toda reflexión seria sobre esta encrucijada debe partir de un hecho básico, fundamental. De que los sistemas formales democráticos no han logrado incluir y entregar real ciudadanía e igualdad de derechos a las grandes mayorías y de que éstas están llegando a la conclusión de que eso tiene que ver justamente con las “formas” democráticas. Que las desigualdades, injusticias y exclusiones no son ajenas, por el contrario, a estas instituciones formales “democráticas”. Que no se puede cambiar las injusticias, exclusiones y desigualdades, sin cambiar para ello las instituciones formales democráticas hasta ahora vigentes. Los procesos de reformas que, con variantes de grado y forma, recorren el continente, no pueden entenderse, sin contextualizarlas en las profundas crisis y descréditos en que cayeron en esos países los sistemas formales democráticos.

Justicia y Democracia. Una tensión dramática en América Latina

“Cuando la América ha derramado su sangre por afianzar la libertad, entendió también que lo hacía por la justicia, compañera inseparable la justicia de la libertad. Sin el goce absoluto de ambas: libertad y justicia, habría sido inútil la emancipación”.
José Sucre

La anterior cita del mariscal de Ayacucho, el más joven general en la historia de los ejércitos modernos continentales (ascendido al grado con 21 años), refleja en estado originario una encrucijada permanente de nuestros sistemas sociopolíticos.

Desde el nacimiento mismo de las Repúblicas independientes en los inicios del siglo XIX, América Latina parece no poder escapar de una tensión dramática y muchas veces traumática: al parecer no logran ser compatibles la justicia (social, económica, política y cultural) y el sistema democrático (tal como lo entendemos clásicamente). El pan y la libertad, como lo señalaron metafóricamente desde Raúl Haya de la Torre (fundador del aprismo peruano) hasta la Democracia Cristiana chilena. Y el concepto de “Gobernanza” resulta útil para desentrañar y entender el por qué de este sino.

Si el concepto de “Gobernanza” tiene a su base y entraña el supuesto de una “sociedad civil”, en el claro sentido de un pueblo organizado, activo, protagónico, en una palabra: ciudadano, cabe preguntarse por este supuesto en la específica realidad latinoamericana.

Para ello, conviene revisar brevemente cual ha sido el derrotero histórico en que los seres humanos hemos construido el concepto y la práctica de sociedad civil, o más esencial y permanente aún, de “ciudadanía”. Desde la cultura europea occidental dominante, el antecedente más clásico y temprano, tenido por arquetípico del sistema democrático, es el de las ciudades-Estado griegas, las “polis”, de hace ya 25 siglos atrás, cuyos habitantes eran considerados miembros de su comunidad política con derechos y obligaciones iguales en ella. Para cuyo resguardo adhirieron al sistema político democrático tal como lo concebimos en lo fundamental. Y, aunque la gran mayoría, dos tercios de los habitantes de ellas: los esclavos, las mujeres y los extranjeros, no tenían derecho ninguno, es innegable que el desarrollo ciudadano de los que sí lo eran, los hombres atenienses, alcanzó tal grado que en su fase de apogeo, los cargos públicos de gobierno se elegían simplemente por sorteo, a la suerte, pues cualquiera estaba capacitado para ejercerlos eficientemente y la ciudadanía entera era su contralor y co administrador, activa y protagónicamente.

Más bien ausente durante la denominada Edad Media, tal concepción clásica democrática, se reconfigura como una concepción política propia y distintiva –con excepciones y variantes, por supuesto- de la época moderna. Ello fue fruto de largos, complejos y desiguales procesos que pueden rastrearse incluso hasta el siglo XIV, pero que se asientan en lo fundamental en el siglo XVIII en toda la Europa occidental. Entre los más relevantes, se pueden señalar: el surgimiento -a fines del periodo medieval y de la economía feudal- de las ciudades autónomas y más tarde de los Estados-Nación; la racionalización del sistema legal y el surgimiento de la economía monetaria, más tarde mercantil y capitalista, sobre la base de concepciones políticas, filosóficas y morales de carácter individualistas y racionales, y de un desarrollo constante del conocimiento científico y la técnica.

De todo ello, surgieron los sectores sociales, civiles, emergentes (comerciantes, financistas y empresarios modernos, artesanos libres, obreros de las primeras fábricas manufactureras, entre otros), quienes re-definieron ética y jurídicamente, no sin luchas y negociaciones, sus derechos y obligaciones y, consecuentemente, el sistema político de sus comunidades, siguiendo una línea de transformaciones que, muy gruesamente, pueden rastrearse a través del medioevo (feudal y de ciudades autónomas), el Estado absolutista, el Estado nacional y el Estado moderno.

La burguesía europea, en lucha contra los privilegios de sangre de la nobleza absolutista, instaló la bandera liberal de la igualdad jurídica y el sistema democrático como sinónimo de justicia. El “iluminismo” ilustrado europeo elevó aquella idea a la categoría de un ideal y una ley histórica, asegurando que el desarrollo humano conducía unidireccionalmente a la homogeneización cultural y valórica de los Hombres. Como en la antigua Grecia, muchos quedaban afuera de esa igualdad, los esclavos afrodescendientes en los emancipados Estados Unidos, las mujeres en la Revolución francesa.

En la específica historicidad de la región latinoamericana, al margen del proceso europeo occidental, sí existió una rica sociedad civil, propia, auténtica, auto generada de sus propias condiciones históricas: las comunidades y pueblos indígenas. Desde la mirada del poder conquistador y colonial europeo, sin embargo, fue clasificada, sin apelación, como “barbarie”, “salvajismo”, “incivilización”, en el mejor de los casos, como “comunidad primitiva” o “modo de producción asiático”. Sobre esa negación, se construyó el totalitario Estado colonial, sin y contra esa sociedad civil pre existente.

El Estado nació así en América latina, con una herencia persistente hasta hoy: la de ente negador, excluyente y subordinador de la sociedad civil. Del etnocidio indígena y afrodescendiente, pasó casi naturalmente a la exclusión y subordinación, y represión, si hacía falta, además, de los pobres en todas sus variantes, a lo largo de los siglos XIX y XX.

Llegada la revolución de independencia, el ideario “liberal” europeo, con sus categorías ciudadanas, y sus supuestos, coincidió plenamente con los anhelos de terminar con la odiosa herencia de castas, dejada por los procesos de conquista y colonia, y extendidos, bajo nuevas formas, en las repúblicas.

Sin embargo, el ideario igualitario liberal y democrático de las elites que finalmente usufructuaron de la independencia de España, se limitaba sólo a la formalidad institucional. Incluso la ficción de igualdad puramente legal, expresada en medidas como el término de la esclavitud, los derechos civiles de las mujeres y de los pobres, demorarían muchas décadas y sólo muy tardía, y dificultosamente, serían alcanzadas. La pura ficción legal igualitaria y democrática, allí donde se consiguió, no sólo mostró su incapacidad de resolver las profundas y desgarradoras desigualdades estructurales, de carácter económico, político y cultural, sino que además las agravaba, encubriéndolas y legitimándolas.

Especialmente contra los pueblos indígenas, cuya auténtica igualdad requiere necesariamente de la reparación activa, por parte de los Estados, de aquellas injusticias estructurales históricas, considerándolos como sujetos colectivos y diferenciados culturalmente, más allá de la ficción homogeneizadora e individualista del ideario democrático europeo trasladado a la región.

La insuficiencia de sociedad civil

A la base de esta incapacidad de que la democracia política se tradujera en democracia social y cultural, estaba un desfase contextual enorme con la realidad europea. Mientras en el viejo continente, la democracia fue usada por mayorías ciudadanizadas, a lo largo de siglos (precisamente, las ciudades europeas tienen siglos de existencia con su rica experiencia comunitaria, al margen y contra el poder feudal medieval), en América Latina, grandes mayorías excluidas de las condiciones y experiencias básicas ciudadanizadoras (con solo muy recientes procesos urbanizadores, de alfabetismo, etc.), fueron la base para que elites que monopolizaban estos insumos, destrezas, experiencias y poder, usaran la democracia política como mecanismo de mantención de las exclusiones y desigualdades estructurales.

He ahí el núcleo esencial, el drama, de la tensión permanente, a veces traumática, de la democracia y la justicia en el continente, que tan tempranamente señalara Sucre.

De ahí la recurrente aparición de proyectos políticos que, buscando la justicia, aparentemente, sacrifican (al menos en la medida de la democracia clásica) la democracia. Así ocurre tempranamente con Bolívar, que ve en la realidad propia de la región, la necesidad de Estados fuertes y activos para frenar los poderes fácticos, tanto externos como internos, que, de hecho, impiden toda igualdad real para los pueblos, culturas, estratos y clases que sistémica o estructuralmente sufren relaciones inequitativas de dominación, explotación y exclusión.

De allí su necesidad de abandonar la formalidad democrática “clásica”: “…se equivocan los constructores de repúblicas aéreas” (1815). “No detengamos la marcha del género humano con instituciones que son exóticas…en la tierra virgen de América” (1822). “¿No dice el espíritu de las leyes que estas deben ser propias para el pueblo que se hacen? ¿que es una gran casualidad que las de una Nación puedan convenir a otras? Tengamos presente que nuestro pueblo no es el europeo, ni el americano del norte… que las leyes deben ser relativas a lo físico del país, al clima, a la calidad del terreno, a su situación, a su extensión, al género de vida de los pueblos… ¡He aquí el código que debemos consultar y no el de Washington!” (1819).

Su propuesta de un “Presidente Vitalicio” en la Constitución Boliviana de 1826 (conocido como “Código Boliviano”), es un ejemplo contundente de este derrotero, cuya permanencia puede vislumbrarse, si lo comparamos a la “re elección indefinida” postulada por el actual Presidente venezolano, quien es, precisamente, “bolivariano”.

La presidencia vitalicia y otras propuestas de índole similar, que parecían violentar la libertad ciudadana, respondían a la visión de Bolívar de que el atraso y la negación secular de las castas pobres, la mayoría de la población, “la sociedad civil”, les impediría ser ciudadanos válidos y terminarían, de hecho, subordinados y explotados a manos de las oligarquías “democráticas”. A menos, precisamente, que hubiera instituciones –como la dicha y otras similares- que, desde un Estado fuerte (“las minas de cualquier clase pertenecen a la república…” 1829), frenaran a esa oligarquía e hicieran valer los derechos y el desarrollo de esas mayorías negadas y excluidas.

Mientras en Europa y EE.UU. la democracia liberal, con ausencia de Estado fuerte, era garantía para una masa de ciudadanos educados y en ascenso pujante, en América Latina el mismo modelo, sin modificaciones, era, de hecho, el juego formal donde los poderes fácticos subordinarían y explotarían a su antojo a las mayorías pobres y excluidas, por tanto, atrasadas cultural y políticamente. ”…la libertad y las garantías son sólo para aquellos hombres y para los ricos, y nunca para los pueblos…aunque hablan de libertad y de garantías es para ellos sólo para lo que las quieren y no para el pueblo que, según ellos, debe continuar bajo su opresión… revocando desde la esclavitud para abajo todos los privilegios…he conservado intacta la ley de las leyes: la igualdad. Sin ella perecen todas las garantías, todos los derechos” (1824).

Que la resolución de esta tensión entre justicia y democracia no encuentra soluciones fáciles, se hace evidente si recordamos que el parangón formal para comparar el grado de libertad de la institucionalidad de Bolívar era siempre el modelo euro norteamericano, especialmente la muy admirada en la época Constitución norteamericana. Tenida por prototipo indiscutido de “libertad y democracia” por toda la intelectualidad progresista europea, a pesar de que en el mismo momento mantenía la esclavitud legal de los negros afroamericanos y el etnocidio de sus pueblos indígenas.

Por contraste, fueron los “demócratas” acusadores del “autoritario” Bolívar los que mantuvieron 33 años más la esclavitud; y quienes frustraron por otros 200 años el reconocimiento a la propiedad de sus “tierras de asiento y trabajo” a los pueblos indígenas, ambos decretados por Bolívar.

Por el contrario, derrotado Bolívar e impuesta la democracia (en sentido clásico), se perdía la justicia. Así lo constata, en 1851, justamente, el maestro de Bolívar, Simón Rodríguez: “Estos pobres pueblos, con la Independencia han venido a ser menos libres que antes… Ahora se los come vivo el primero que llega, y están expuestos a que, en un apuro, algún defensor de las garantías… los regale o los venda, con tierras y todo, a quien dé un titulejo o lo descargue de sus deudas”.

En el siglo XX, el peruano Raúl Haya de la Torre, en la búsqueda de un proyecto de soberanía nacional, inclusión y justicia social, necesariamente a través de un Estado fuerte, choca también con estos mismos discursos “liberales democráticos” “garantistas”: “Otra objeción que se desprende de esta facultad extraordinaria y exclusiva del Estado para controlar las inversiones de capital extranjero y las concesiones que a éste se hagan, ha de venir de los partidos de la libertad individual, del ejercicio del derecho de propiedad, de los devotos teóricos y prácticos de las libertades y derechos heredados de Roma en beneficio de la clase dominante, y, en última instancia, del imperialismo… El derecho individual debe estar limitado por las necesidades de la colectividad. Un libre contrato de concesión o de venta entre un ciudadano indoamericano y un capitalista yanqui no es un negocio privado. Repitámoslo mil veces: en esa libertad de contratación, en esa alianza entre el capitalista o latifundista o propietario minero o agrario nacional –pequeños capitales con relación al capitalismo imperial– y el capitalismo extranjero, radica en gran parte el problema de la soberanía de nuestros países… ” (1936). Llegando necesariamente a las mismas conclusiones anticipadas por Bolívar: “Para combatir abiertamente y vencer a tiempo los prejuicios –no los principios– democráticos y liberalizantes que el imperialismo usa en su servicio. El Estado Antimperialista plantea, pues, los nuevos lineamientos de nuestro sistema jurídico de defensa” (Ibíd.).

La pregunta crucial

Ante ello, vuelve la pregunta crucial e ineludible : ¿Es o no posible entonces la construcción de un orden social y político armónico entre Estado y sociedad civil ? O, dicho de otra manera, ¿Pueden alcanzarse conjuntamente justicia y democracia ?

La respuesta remite necesariamente a la cuestión de la existencia o insuficiencia de una sociedad civil, una ciudadanía, realmente existente, es decir, organizada, activa, protagónica.

Sólo sobre la base de estas preguntas, adquiere sentido, un sentido útil y explicativo, el concepto y el debate sobre « Gobernanza ». De allí que la cuestión de la construcción de una sociedad civil y ciudadanía se vuelve fundamental para alcanzar una auténtica gobernanza, donde al término del Estado, se sume, en la eciuación, el de la sociedad civil.

En esa encrucijada y en esa construcción, desarrollamos y adquiere sentido nuestro proceso de Asamblea regional de Ciudadanos/as.
· Elaborado por el Área de Metodología de la “Asamblea Regional de Ciudadanos”. Diciembre de 2007.