“ Soy un hombre de América Latina, que me confundo con los demás habitantes del continente, en los problemas, en los anhelos y en las inquietudes comunes. Por eso en esta hora, entrego mi saludo de gobernante a los hermanos latinoamericanos esperanzado en que algún día el mandato de nuestros próceres se cumpla y tengamos una sola y gran voz continental ”
Salvador Allende. Discurso pronunciado en el Estadio Nacional de Santiago de Chile el 5 de noviembre de 1970, con motivo del inicio del Gobierno Popular.
En un país cuya clase dirigente ha extraviado su dignidad, es un deber indignarse.
En esta ínsula pro imperial, anti latinoamericanista, paraíso de la derecha pinochetista, caradura, hija del más vomitivo de los dictadores, el peor ladrón y asesino en la historia del país, pero que sin embargo pretende dar cátedra de derechos humanos y democracia en Cuba.
Los Piñera, los Moreira, que celebraron y disfrutan de este Chile, hijo de un golpe de Estado, digitado en la casa Blanca y la embajada de Estados Unidos, que des nacionalizaron y entregan a poderes fácticos extranjeros todas nuestras riquezas naturales, que prestaron pistas de aterrizaje al imperio inglés para apuñalar a Argentina y Sudamérica, cuando la guerra de Malvinas.
Los dueños del fundo en que han convertido siempre a Chile, si hasta cuando elegimos un Presidente que no era empleado suyo, lo mataron!!!!
Esta “media luna” de Sudamérica, cuya Presidenta termina dando el triste espectáculo que dio durante todo su gobierno, la pura finta de progresismo, el gesto justo, el atisbo de voluntad de hacer lo correcto, pero siempre finalmente cercada, manipulada y absolutamente vencida y al servicio de los poderes fácticos, tanto locales como extranjeros, que gobiernan esta larga y angosta faja como lo que es todavía: su fundo, su feudo patronal.
Su canciller, hace un año no más, genuflexo, indecoroso, ante el rey de España, ahora, rumiando el impresentable libreto chovinista contra Bolivia.
Sus medios de comunicación masivos, irresponsables, y totalitarios; que cuando no están rebajando el nivel intelectual y ético de la población con su interminable bacanal de frivolidades y banalidades, envenenan a la ciudadanía con la basura del chovinismo, el patrioterismo falso, la traición anti latinoamericana.
¿Por qué tanta zalagarda por las declaraciones de Fidel Castro, si no dijo más que una verdad de perogrullo?
Que la oligarquía chilena, digitada por el imperialismo inglés, arrastró desde el Estado al pueblo, embrutecido de pobreza y exclusión, a una guerra de rapiña, saqueo y agresión contra Bolivia, como lo hizo contra Perú y como lo hizo contra el pueblo Mapuche.
Guerra criminal, guerra innoble, guerra injusta. Que ha de ser reparada.
Pero la oligarquía de ayer y de hoy no tolera la verdad, como los vampiros no toleran la luz. Sólo el hedor de su monologo mediatico falsamente patriotero, chovinista, la carroña de este Chile fundo, este Chile hacienda feudal que rigen a su antojo, les es tolerable.
Y Fidel ha tocado un punto sensible, el del silencio y la mentira, el de la arrogancia y la prepotencia, el de los anti valores de la xenofobia, que se alimentan públicamente, ante el silencio cómplice de las iglesias, tan moralistas a la hora de meterse en la vida privada sexual de las personas.
Es el privilegio de los transitoriamente ganadores.
Pero es el de los ciudadanos, sí, auténticos ciudadanos, decirles que junto a la arrogancia y la prepotencia, cargan con la creciente e insoportable soledad. No crean que no ha de traer consecuencias al mediano plazo esta bajeza chovinista, este atentado contra los mínimos valores de ciudadanía y éticos. Están sembrando y han de cosechar.
Y no sólo regionalmente, también dentro del país.
No crean que la vileza de su cinismo, de sus anti valores, y su traición a la imprescindible unidad sudamericana para lograr soberanía, paz y desarrollo, han de perdurar eternamente, por el contrario, las fuerzas de regeneración, que son las de la sobrevivencia mismas, persisten y se abren lento pero seguro camino.
No sólo es una crisis capitalista económica la que los grandes ladrones generaron en el mercado inmobiliario norteamericano y se extiende como cáncer al mundo entero –por cierto, vista como oportunidad para robar aún más a los trabajadores chilenos por nuestros grandes ladrones locales-, es una crisis ética profunda, y frente a ella, ha de florecer el antídoto de una urgente y nueva ética.
La Unidad Sudamérica es parte irrenunciable de esta nueva ética, es una necesidad histórica y estructural de los pueblos, y con ella vendrá la soberanía, la paz y el desarrollo, entonces, ustedes ocuparán su lugar como los vende patrias que son y no pueden ocultar, ni con toda su basura televisiva totalitaria.
Y esa unidad se hará sobre las base de la justicia, única que perdura y es sustentable. Justicia y reparación para el pueblo boliviano, para el pueblo peruano y para el pueblo mapuche, en primer lugar. Esas guerras y ese Estado de oligarcas, pro imperial y criminal son suyas, no nuestras y más temprano que tarde avanza esa verdad, que no puede ser callada.
Todo perfectamente posible y necesario, porque nuestra Patria es América, no este fundo chovinista que administran, ajeno, construido sin y contra nosotros.
Por ahora, hacer patria es luchar por la justicia, por la verdad, por la ética de los valores de regeneración.
Por ahora, vaya mi indignación para ustedes, que han extraviado hace siglos su dignidad.
Decirles, parafraseando al grupo de rock “Sexual democracia”:
“Metánse su huevá de chovinismo en la raja...
Perdón por ser grosero, no quise decir chovinismo”.
Viva Chile libre y Mar para Bolivia, Mierda!!!!
· Ricardo Jiménez A. Sociólogo chileno, investigador del Centro de Estudios Sociales José Carlos Mariátegui.
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